El miembro más joven de la familia real británica, Archie Mountbatten-Windsor, fue bautizado durante una ceremonia familiar privada en el Castillo de Windsor.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, bautizó este sábado al hijo de dos meses de los duques de Sussex en una capilla privada en el castillo.
El pequeño vestió un ropón de encaje y satén que también utilizaron sus primos el príncipe Jorge, la princesa Carlota y el príncipe Luis.
Los padres, el príncipe Harry y Meghan, se han enfrentado a críticas por no permitirle al público asomarse al evento y negarse a revelar los nombres de los padrinos de Archie. La pareja quien planeó difundir fotos oficiales del bautismo más adelante, posteó en su cuenta en Instagram, la foto oficial con la familia más cercana, entre los que aparecían, el príncipe Carlos (abuelo de Archie), los duques de Cambridge (sus tíos), Doria Ragland (su abuela materna).
Archie nació el 6 de mayo y es el séptimo en la línea de sucesión para el trono británico.
Para el bautizo de Archie, los duques de Sussex han mantenido la tradición de los Windsor y han vestido al pequeño bebé real con un faldón de encaje y seda satinada de Honiton, un conjunto que forma parte de la historia familiar. Esta prenda es una réplica del traje que usaron otros miembros de la realeza como el príncipe Guillermo y la reina Isabel II. Aproximadamente 25 personas han sido testigos del bautizo.
Entre los invitados a la celebración también asistió Tiggy Legge-Bourke, una de las niñeras que los príncipes tuvieron mientras su madre, Diana de Gales vivía, y a la que le guardan un enorme cariño.
El faldón se lavaba en agua de manantial y se almacenaba en la oscuridad entre bautizo y bautizo, publica la edición digital de la revista Hola! pero en el 2004 se decidió que la prenda era demasiado delicada para utilizarla y se creó una réplica exacta.
Fuente: El Universo