A Leonardo Félix Z. P. lo declararon hace un año inocente de la muerte de su sobrina, que tenía cinco meses de embarazo cuando fue violada y ahorcada en el baño de su casa. Ocurrió hace dos años.
Permaneció 11 meses preso mientras se realizaba el proceso judicial . Recuperó la libertad y volvió a la vivienda en el bloque 1b de Bastión Popular, donde la madrugada de ayer confesó a las autoridades dónde había escondido la cabeza de su cuñada Diana, de 27 años, quien estaba desaparecida desde el miércoles pasado.
Se trata de la segunda mujer que es asesinada en esa vivienda y la crueldad de ambos crímenes consterna a los vecinos, agentes policiales y miembros de la Fiscalía, que intentaban averiguar cómo fue que Leonardo Félix fue declarado inocente hace un año.
Diana Cruz, la última víctima, era la esposa de su hermano y la madre de su sobrina de 1 año y vivía en la casa de su suegra desde hace un año. Allí también habitaban los tres hijos mayores de otro compromiso de Diana, quien era mesera.
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La última vez que fue vista con vida fue la mañana de miércoles. Su pareja dijo que se despidió cuando hacía el desayuno para los niños, luego él viajó a otra ciudad para trabajar, como todas las semanas.
Desde entonces nadie supo del paradero de Diana hasta la noche del domingo, cuando un mecánico de la cooperativa Sergio Toral llamó a la Policía. Era amigo de Leonardo Félix y este le había pedido que le guardara un tanque con cemento.
Desde el viernes, el tanque permanecía en su taller pero para el domingo el olor era insoportable así que el hombre llamó a las autoridades y descubrieron el cuerpo en estado de putrefacción de la mujer.
El cadáver estaba tapado con hormigón, por lo que los agentes de Criminalística debieron trasladar el tanque hasta el Laboratorio de Medicina Legal y ahí con picos y combos esculpir la desmembrada figura.
William Herrera, jefe de la Unidad de Muertes Violentas, no detalló en cuantas partes estaba divido el cadáver de Diana, pero sí explicó que al sospechoso lo detuvieron en la entrada de la 8, cuando su amigo (el mecánico) lo llamó para encontrase ahí.
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La Policía lo esperaba en ese punto y lo llevaron hasta la vivienda donde la mujer fue asesinada y donde él con sus manos retiró el inododoro y sacó el material fresco con el que había tapado el pozo séptico del inmueble
Ahí, bajo baldes de material de construcción aún fresco, Leonardo Félix sacó la cabeza de su cuñada.
La familia de la occisa pide justicia. Contaron que desde hace más de un año Diana vivía en la casa de su suegra y que meses después regresó a esa vivienda Leonardo Félix, tras salir de la Penitenciaría.
Desconocen si la joven madre era acosada por el procesado, pero contaron que él le había dicho a su hermano que Diana lo había abandonado por irse con otro hombre.
Este Diario intentó entrevistar a la fiscal que investigó el crimen de la sobrina de Leonardo Félix hace dos años, pero esta se negó a dar una declaración. En el expediente dice que se le ratificó el estado de inocencia y que el caso fue archivado.
Fuente: El Universo