Usar desodorantes naturales, menos procesados y empacados, es otra forma de reducir los desechos y cuidar el ambiente.
La transpiración es algo natural y saludable, es una de las formas que emplea el cuerpo humano para eliminar las toxinas. El sudor no tiene olor; sin embargo, en dicha humedad se desarrollan bacterias que sí pueden crear olores desagradables. Para evitar esos olores, se han creado cientos de productos; sin embargo, ¿sabemos exactamente qué contienen?, ¿qué se utilizaba antes de que existan tantas alternativas comerciales?, ¿cuántos frascos de estos artículos desechas al año?
Toma conciencia
La huella ambiental implica el gasto de materia prima, agua y energía que se gastó para elaborar un producto. Al comprar algo, también compramos su empaque y debemos preguntarnos qué pasará con los desechos de ese objeto. Por ello es importante buscar alternativas amigables con el ambiente
Pasa a la acción
- Hay alternativas en roll-on, barra o pasta. En algunos casos, el empaque se puede devolver a los fabricantes para su reutilización.
- La piedra de alumbre es otra opción, por su efecto antibacterial. Se la humedece y frota sobre las axilas.
- El limón también también sirve para evitar el mal olor en las axilas. Su uso era muy común antes de la aparición de los desodorantes comerciales.
- Haz tu propio desodorante (abajo una receta básica).
¿Cómo hacer desodorante natural?
Consultamos con la especialista en bioquímica nutricional Andrea García, fundadora de la comunidad de alimentación saludable Blue Peppers que el pasado 3 de agosto compartió una receta básica para elaborar desodorante natural en el evento Bonaterrazo.
Necesitas:
- 1/4 de taza de aceite de coco.
- Una cucharada de bicarbonato de sodio (o 2, según las necesidades personales).
- Media cucharada de almidón de yuca (opcional).
- Una o dos gotas de aceite esencial (puede ser de canela, clavo de olor, lavanda, romero u otros que recomiende una persona especializada en aceites esenciales).
- Mezclar todo y listo. Guárdalo en un envase hermético.
Según los ingredientes que se utilicen y el ambiente donde vivas, el desodorante puede quedar más líquido o espeso. Se lo puede guardar en la nevera para obtener una textura más sólida.
Fuente: El Universo.