Scarlett Johansson y Adam Driverinterpretan a una pareja en crisis en “Marriage Story” (La historia de un matrimonio), una emotiva historia de una relación que se desmorona y un proyecto que la actriz de Hollywood dijo que sentía que estaba “predestinado” para ella por cómo pasó su propio divorcio.
La actriz de “Avengers” y el actor de”Star Wars” intepretan a Nicole y al director de teatro Charlie, quienes se separan cuando ella, sintiéndose insatisfecha, regresa a su Los Ángeles natal con su hijo para filmar el piloto de una serie de televisión.
Si bien Charlie cree al principio que Nicole y Henry, de 8 años, regresarán eventualmente a Nueva York, pronto descubre que eso no va a suceder. La pareja quiere una separación amistosa, pero la situación empeora cuando contratan a abogados de divorcio agresivos.
La película de Netflix, dirigida y escrita por Noah Baumbach, es una de las más esperadas en el festival de cine de Venecia, donde el gigante de streaming ganó el León de Oro el año pasado por el filme “Roma”, de Alfonso Cuarón.
Baumbach, cuyo último trabajo “The Meyerowitz Stories (New and Selected)” también fue una película de Netflix, habló sobre cómo se basó en su propia experiencia personal de divorcio y la de sus amigos al escribir el filme.
“Algo que descubrí escribiendo (la película es que)… cuando algo deja de funcionar es que realmente lo reconoces o lo reconoces por primera vez”, dijo Baumbach en una rueda de prensa.
“Es como si estuvieras atravesando una puerta y está cerrada, de repente miras la puerta y miras cómo funciona, así que pensé que a través de un divorcio podríamos explorar un matrimonio”, agregó.
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Johansson dijo a periodistas que ella se estaba divorciando cuando se encontró por primera vez con Baumbach para hablar de la película. La actriz, de 34 años, estuvo casada anteriormente con el actor Ryan Reynolds y con el periodista convertido en curador de arte Romain Dauriac.
“No lo había visto (a Baumbach) en mucho tiempo (…) así que creo que probablemente entré en el lugar y, ya sabes, pedí una copa de vino blanco y comencé a quejarme”, dijo.
“Él estaba escuchando y atento, pero luego dijo ‘es gracioso que estés hablando de esto, probablemente sea un proyecto que realmente quieras hacer o no quieras verlo o ser parte, no sé, veremos cómo te sientes sobre eso’, pero fue casi (…) que se sintió como predestinado de alguna manera, supongo”, agregó.
Los espectadores siguen el viaje de Nicole y Charlie hacia el divorcio mientras intentan navegar por una nueva vida separados y alejados, intentando asegurarse de que su hijo no sufra el dolor del divorcio de sus padres.
Las tensiones eventualmente aumentan, culminando en una gran pelea a los gritos, una escena que Driver dijo que lo hizo pensar sobre “la teatralidad del divorcio”.
“Estás de alguna manera actuando (…) para un juez y hay mediadores”, afirmó. “Así que trabajar en eso, simplemente se sintió más así, como el teatro, lo aislamos, hablamos sobre adónde íbamos a ir”, agregó.
FUENTE: EL UNIVERSO