Home Uncategorized El caso de la dirigente de Aucas, asesinada en 2013, tiene un tercer sentenciado

El caso de la dirigente de Aucas, asesinada en 2013, tiene un tercer sentenciado

by Kelvin Jarama

El tercer sospechoso del asesinato de la dirigente del Club Deportivo AucasMónica Gordón, fue sentenciado este jueves 26 de septiembre por un tribunal penal de Pichincha.

Recibió 25 años de reclusión mayor extraordinaria. Fue uno de los autores del crimen ocurrido el 29 de agosto de 2013 durante las elecciones de ese club deportivo, en las que Gordón era candidata a la presidencia.

Jhonatan Gustavo se llama el sentenciado. Fue apresado por la Interpol, en Colombia, en mayo pasado tras permanecer cinco años prófugo.

La Policía Internacional ejecutó una orden de difusión roja que se giró en contra del tercer sospechoso del hecho delictivo. Se demostró que actuó con alevosía, de forma premeditada, actuó para que el asesinato sucediera sin riesgos, que sus actos fueron coadyuvantes para el hecho, según el razonamiento de la juez ponente del tribunal Mabel Tapia, al anunciar el fallo condenatorio. En la sentencia se ordenó que el condenado entregue diez mil dólares como reparación a la familia.

En el juicio, la Fiscalía demostró que el condenado utilizó la identidad falsa de ‘Juan Chávez’, planificó el crimen con el gerente financiero de una empresa perteneciente a la familia de Gordón. El acercamiento entre ambos se habría producido en un burdel de Quito, en donde Jhonatan era el administrador.

La identidad falsa de Juan Chávez la obtuvo cuando encontró una cédula en el local, a la que le cambió la fotografía, debido a que en ese tiempo ya tenía una boleta de captura.

Con Gerardo Arturo, el contador de la empresa de Gordón y otro de los sentenciados, entregaba servicio de damas de compañía, por esa razón abrió cuentas bancarias con su identidad falsa para recibir el dinero producto del negocio, le dijo al tribunal.

Jhonatan recibía las transferencias de dinero del contador desde la cuenta bancaria de la empresa de la víctima. Un perito contable determinó un desvío de 368.480 dólares, transferidos a diferentes cuentas, incluidas las de ‘Juan Chávez’. El motivo del asesinato fue encubrir el desfalco.

David Rosendo, otro sentenciado, fue contratado por Jhonatan para hacer el ‘ trabajo’. Le entregó el arma en una bolsa, precisó el perito Leonidas Iza, quien extrajo la información del testimonio anticipado de David. Luego lo llevó al lugar de trabajo de la víctima y después del crimen se movilizaron algunos kilómetros y se separaron. Lo demostró la Fiscalía con el reporte satelital del recorrido del vehículo que alquiló dos días antes del asesinato.

Tras el hecho, Jhonatan le entregó a David 1.500 dólares y luego 4.000 más. Las triangulaciones de llamadas que se hicieron a los celulares de los sospechosos, antes y durante el día de los hechos, demuestran la planificación del delito.

La empresaria quiteña recibió un disparo en el pecho, mientras estaba en su oficina, ubicada en el sector de Santa Rita, en el sur de Quito. Ese día se despedía de su padre, porque viajaría a la playa con sus hijos y hermano.

El artículo 450 del Código Penal vigente a la época del crimen establecía una pena de 16 a 25 años de reclusión mayor extraordinaria para la persona que asesine a otra con alevosía e indefensión de la víctima.

Las dos primeras sentencias de 25 años vinieron el 31 de julio de 2014 y están ejecutoriadas. En cambio, para Jhonatan, recién es la condena de primera instancia.

Pocos días después del crimen el 8 de septiembre de 2013, Gerardo fue detenido en El Condado, norte de Quito, mientras llegaba de un paseo familiar, mientras que David fue arrestado en el sector de Fertisa, en el sur de Guayaquil, cuando asistía a una pelea de gallos.

Fuente: Expreso

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