La llamada como ranita militar (Atelopus balios) es una de las especies detectadas en 2.780 hectáreas de bosque húmedo en la comunidad de San Miguel del cantón Naranjal, en el sur de la provincia del Guayas.
Esta especie es endémica, solo se ha detectado su presencia en cuatro localidades ubicadas entre los límites de las provincias del Guayas, Azuay y Cañar, en el sudoeste del Ecuador.
Su hábitat natural incluye bosques y ríos y está en la categoría de ‘En Peligro Crítico de Extinción’, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El hallazgo dio fundamento para lo que será una nueva área de conservación en el cantón Naranjal tras investigaciones realizadas por expertos de la Prefectura del Guayas y el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE) a través del Proyecto de Conservación de los Anfibios y Uso Sostenible de sus Recursos Genéticos (PARG), que tiene el aporte de del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y de los Fondos para el Medio Ambiente Mundial (GEF).
Los habitantes de la comunidad de San Miguel se reunieron este martes 24 de septiembre con autoridades y representantes de varias instituciones con el fin de conseguir la declaratoria de las 2.780 hectáreas como área de conservación.
El objetivo es la protección del ecosistema y el desarrollo ecoturístico. Se espera que la declaratoria sea anunciada durante la sesión del Consejo Provincial del Guayas.
El sitio web de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) sobre los anfibios del país detalla que la rana militar es «una especie rara» y que sus poblaciones están disminuyendo. «Antes de su redescubrimiento el 15 de octubre de 2011, por un grupo de investigadores del Museo de Zoología de la PUCE, la especie había sido registrada por última vez el 22 abril de 1995«.
Además de los hongos que amenazan a los anfibios se suman los efectos del cambio climático, el rango limitado de distribución y la degradación del hábitat, «el cual ha sido deforestado y reemplazado por agricultura y ganadería intensivas», indica la PUCE.
En la reunión, el alcalde de Naranjal Luigi Rivera; la directora de Gestión Ambiental de la Prefectura, Cecilia Herrera; el presidente de la comuna San Miguel, Pedro León; el representante del PARG, Daniel Chávez, entre otros, escucharon a los habitantes de la comuna exponer las necesidades de obras que consideran prioritarias para poder consolidar su proyecto.
A cambio, los habitantes se comprometieron a cuidar y conservar el bosque, según informó el Consejo Provincial del Guayas.
“Esta área es ideal para que ingrese en nuestro programa de conservación y productividad sostenible. Nosotros brindaremos los lineamientos, pero quienes estarán a cargo del cuidado serán los miembros de la comunidad”, aseguró Herrera.
Chávez, por su parte, informó que la presencia de la ranita militar en San Miguel es un indicador de que allí existe una buena calidad ambiental. “La desaparición de esta rana se está produciendo por la deforestación, la expansión agrícola, el uso inapropiado de agro pesticidas y otros químicos, etc. Estamos fomentando que las personas cambien sus estrategias productivas y que cuenten con nuevas competencias, para que dejen de explotar los bosques y de abusar de los ecosistemas”, aseguró el biólogo.
Fuente: El Universo