La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) resolvió solicitar medidas de protección a favor de la prefecta de Pichincha, Paola Pabón; el dirigente del grupo Revolución Ciudadana, Virgilio Hernández, y de Christian González, empleado de la Prefectura, quienes están detenidos por el delito de rebelión.
Los tres fueron aprehendidos luego del acuerdo entre el Gobierno y el movimiento indígena que puso fin a varios días de protestas en octubre pasado. Pabón y Hernández, principalmente, fueron señalados de suspuestamente intentar desestabilizar el régimen del presidente Lenín Moreno.
Ambos guardan prisión preventiva, mientras dura la etapa de instrucción fiscal, en diferentes cárceles del país. Asimismo, la justicia les ha negado recursos de hábeas corpus y la respectiva apelación a esa medida cautelar.
En su resolución, en cambio, la CIHD solicita a Ecuador que «adopte las medidas necesarias para proteger los derechos a la vida e integridad personal de Paola Pabón, Virgilio Hernández y Christian González, particularmente, valorando e implementando aquellas más apropiadas a las circunstancias personales de cada uno de los beneficiarios…».
Asimismo, la CIDH pide al país que informe de las medidas adoptadas en el transcurso de quince días.
Los afines a la Revolución Ciudadana, antes de Alianza País en la época del correato, fueron críticos con la CIDH. El propio Rafael Correa, durante su mandato, criticó fuertemente a este organismo, a quien acusó de responder a intereses del «imperialismo».
Para octubre del 2016, durante el 56 periodo de sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que se realizó en la sede de la Unasur en Quito, el exmandatario planteó la creación de un sistema de justicia latinoamericano que reemplace a la CIDH.
Según Correa, la CIDH fue «atrapada por los intereses que priman en la Organización de Estados Americanos», de la cual es parte el sistema de derechos humanos.
Antes, en el 2012, en un discurso ante la 42 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la ciudad boliviana de Cochabamba, Correa dijo que instituciones como ese organismo regional y la CIDH deben «revolucionarse o desaparecer», para adecuarse a los cambios políticos en la región.
Fuente: El Universo