Home Política Ab. Balerio Estacio: La tendencia religiosa esta impregnada en la política de todas las naciones del mundo.

Ab. Balerio Estacio: La tendencia religiosa esta impregnada en la política de todas las naciones del mundo.

by Kelvin Jarama

El Ab. Balerio Estacio en entrevista para el programa ‘Los especialistas’ de Ecuador en directo, detalla acerca de las tendencias religiosas que se dan en la política ecuatoriana y del mundo.

¿Es bueno mezclar la religión con la política?

No sé porqué se cuestiona acerca de los católicos que se desempeñan en política, si todos los postulantes para determinado partido político y periodistas son católicos o cristianos evangélicos, en relación al cristianismo y la política, una de las situaciones por la que las naciones viven situaciones complicadas es la corrupción y se da porque se ha perdido el orden que Dios ha establecido, el propósito del todopoderoso es de bienestar y estabilidad, el hombre pierde la gran bendición gracias a la llamada generación de cain, donde se ve tentando por el poder y el dinero.

¿Existen miembros católicos, que han desempeñado cargos públicos y han fracasado, por  qué pierden ese norte?

Nos encasillamos últimamente en el caso del cura Tuarez y lo señalamos porque tiene una sotana que lo cobija en una función, pero en sí, todas las personas que desempeñan cargos públicos o privados pertenecen a alguna tendencia religiosa,pero claro, como no son sacerdotes o líderes cristianos, no se los señala. Los ciudadanos y ciudadanas tenemos un rol protagónico en la toma de decisiones, cuando usted como ciudadano y la autoridad entramos a coordinar, entonces las cosas van a mejorar, por eso hablamos de equidad.

El cuerpo de Cristo, cuyo pueblo constituye el cuerpo político del reino de Dios, es un organismo político y todos los demás organismos políticos son apóstatas y en rebelión contra Dios, su único verdadero rey, a quien las naciones de la tierra se han dado como herencia que le corresponde. No estoy afirmando aquí que todas las instituciones políticas distintas de la Iglesia cristiana son apóstatas sino que todos los organismos políticos distintos del Reino de Dios y por lo tanto todas las instituciones políticas que no están sujetas a la ley de Cristo son apóstatas. El cristianismo es la política verdadera, la única política verdadera. El cristianismo es ante todo un orden político porque tiene que ver con el reino de Dios que es el corazón del evangelio cristiano y lo que se nos manda a poner en primer lugar por encima de todo.

No sólo es el caso para el cristiano que la política, en este sentido general, es el contexto principal de la vida; es el caso también para los no creyentes. La vida es principalmente política porque la política es inevitablemente religiosa y tiene como su razón de ser, la administración de la ley de una ultima autoridad, es decir, un Dios, en la totalidad de la vida. En este sentido, por lo tanto, podemos decir que el cristianismo es la única política verdadera. Todas las demás ideologías políticas son falsas, es decir, idólatra. Sólo hay las políticas obedientes o desobedientes a la Ley de Dios.

¿Cómo debe ver la política un cristiano?

Si hay algo que encienda la chispa para un debate espontáneo, o una discusión abierta, es una discusión sobre política, aún entre creyentes. Como seguidores de Cristo, ¿cuál debe ser nuestra actitud y nuestra participación en la política? Se ha dicho que «la religión y la política no se mezclan.» Pero ¿es realmente cierto? ¿Podemos tener opiniones políticas fuera de las consideraciones de nuestra fe cristiana? La respuesta es no, no podemos. La primera verdad, es que la voluntad de Dios impregna y reemplaza cada aspecto de nuestra vida. La voluntad de Dios es lo que tiene prioridad sobre todo y todos (Mateo 6:33). Los planes y propósitos de Dios están prefijados, y Su voluntad es inviolable.

No hay duda de que nuestra responsabilidad para con el gobierno es obedecer las leyes y ser buenos ciudadanos (Romanos 13:1-2). Dios ha establecido toda autoridad, y Él lo hace para nuestro beneficio, «para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.» (1 Pedro 2:13-15).

Una práctica política no es moralmente verdadera cuando promueve discursos y actitudes de desintegración social, exclusión de grupos y manipulación de conciencias, generando cultos idolátricos a sus líderes y proclamándoles adhesión eterna. Es aquí donde una sociedad mide su verdadero talante humano, así como su fe.

FUENTE: ECUADOR EN DIRECTO

2019

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