El crucero «Diamond Princess», que llegó el lunes por la noche al puerto de Yokohama, Tokio, cuenta con unos 3700 pasajeros y tripulantes, de los cuales 273 se sometieron a los análisis. Entre ellos hay un argentino, quien es el primer paciente latinoamericano diagnosticado con coronavirus. Con él suman 61 contagiados en el crucero.
«Primero me gustaría informarles que estamos haciendo todo lo posible para su seguridad y comodidad», comienza el comunicado oficial firmado por el capitán del crucero, en el que ratifica que «la fecha para el fin de la cuarentena será el 19 de febrero, a menos que haya acontecimientos imprevistos».
El paciente, cuya identidad no fue revelada, fue evacuado el viernes e internado en un hospital de Japón.
«Es un adulto mayor… lo están tratando bien y aplicando el protocolo como corresponde”, dijo a periodistas el ministro de Salud argentino, Ginés González García.
En total son ocho los pasajeros argentinos dentro del Diamond Princess que están bajo observación. Se desconoce si están en calidad de turistas o son residentes en el exterior.
Además de los argentinos, hay 21 japoneses, 8 estadounidenses, 5 canadienses, 5 australianos y un británico, según la información brindada por el ministerio.

De acuerdo a la carta del capitán, el ministerio de Defensa de Japón «proporcionó médicos y mano de obra adicionales». También señala que «han proporcionado termómetros por cada habitación» e insta a los turistas que «si su temperatura es más de 37.5» deben llamar a un número de emergencia.
«Comprendemos que el tiempo dentro de la habitación provoca estrés por el encierro por mucho tiempo, pero continuemos con el acceso áreas libres bajo la autorización de los oficiales de cuarentena japones», indicaron.
Aburridos por la cuarentena
Los pasajeros se quejan de que se aburren infinitamente a bordo, encerrados en el camarote, a veces sin ventana. Para tratar de entretenerlos, se instalaron más canales de televisión. Una página de sexo por webcam incluso se brindó a ofrecer su contenido en abierto para los internautas del barco.
Las personas sin luz natural ni una ventana al exterior están autorizadas a caminar en la cubierta en pequeños grupos para tomar el aire, pero bajo condiciones estrictas, como el uso de una mascarilla cuando están fuera del camarote.
«Los responsables de la cuarentena les exigen que eviten formar grupos grandes y que mantengan entre ustedes al menos un metro de distancia cuando conversen», declaró este viernes por la mañana el capitán. (I)
FUENTE : AFP