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Canastas de exportación con Blanquita Quiñónez

by Kelvin Jarama

A sus 13 años, Blanca Quiñónez se convierte en la primera embajadora del básquet ecuatoriano en tierras italianas. Milita en las divisiones menores del club Magnolia y su afición por el básquet la combina con los estudios a nivel secundario.

Este salto que dio la joven tricolor es similar al que han dado deportistas como el microtenista Alberto Miño, que juega por el club TTC Schwalbe Bergneustadtcl, en Alemania; o los voleibolistas Joselo Nazareno, del club Lomas de Zamora, y Éricka Mercado, del club San Lorenzo, en la Liga Metropolitana de Argentina.

Blanquita, como le dicen a la basquetbolista, recuerda que a los cinco años, casi fue obligada a asistir al curso vacacional de la Liga Cantonal de Milagro, de donde es oriunda, y practicó natación, fútbol; pero luego se decidió por el básquet.

“Lo escogí porque me llegó a gustar. Al principio no me agradaba pero cuando vi jugar a Kobe Bryant (+) y Michael Jordan, que son mis ídolos, decidí por ese deporte”, recuerda.

A nivel nacional, Blanquita admira a Éricka Calderón (manabita, seleccionada sénior de Ecuador). “Su forma de jugar, el ánimo que le pone en cada partido. La admiro mucho”, dice.

En 2018, Blanquita participó por Guayas en los Juegos Nacionales de Menores, en Imbabura, ganó el título y fue designada como la mejor jugadora.

En el corto tiempo que lleva en el básquet reconoce que le falta pulir lanzamientos largos, pero lo hace bien jugando como alero, entrando por la derecha o izquierda o bajo el tablero. “Me he dado cuenta de que un jugador comprende ser defensa, ser efectivo en los lanzamientos y saber entrar, por lo que estoy trabajando en eso”, refiere.

Blanquita participó por Ecuador en el premundial de básquet del 2018, en Chile, donde tuvo una destacada participación y luego de ese torneo le llegaron propuestas de Canadá, Argentina, España e Italia. “Me decidí por Italia porque permitían que mi mamá viaje conmigo un mes. Me gustó la ciudad (Motta Sant’Anastasia, sede del club); es pequeña y segura. Debo jugar cuatro años en las menores del equipo para tener pasaporte europeo”.

Para la ecuatoriana, adaptarse a una costumbre diferente no ha sido complicado.

Blanquita reconoce el apoyo que le ha dado la Federación Ecuatoriana de Básquet y dice que una de sus metas es poder jugar la WNBA, torneo femenino en los Estados Unidos, o en la Euroliga de Básquet.

Dice que si le piden un consejo los jóvenes, les puede decir solo que no deben renunciar a sus sueños. “Deben perseverar y jamás rendirse”. 

FUENTE: EL UNIVERSO

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