El reciente San Valentín no fue una fecha de amor para la economía ecuatoriana, pues perdió parte de su ‘atractivo’.
El pasado 14 de febrero, y por segunda semana consecutiva, el riesgo país de Ecuador superó los 1000 puntos al ubicarse en 1136, según el Banco Central del Ecuador (BCE).
Además, ese día la agencia de noticias Bloomberg informó que en el mercado internacional había un ‘abandono’ de bonos soberanos.
Analistas explican la relación entre el indicador económico y los papeles de deuda externa, sus efectos y los correctivos que el Gobierno debería tomar.
El riesgo país mide la percepción que los mercados internacionales tienen sobre una nación frente a la posibilidad de que pagarán sus obligaciones.
Varía por factores externos: comportamiento del precio internacional de la gasolina, presencia de un virus, entre otros; y por factores internos: manifestaciones sociales, medidas fiscales, etcétera.
El director del Observatorio de la Política Fiscal, Jaime Carrera, explica que el riesgo país tiene una “relación directa” con los bonos, pues permite establecer “la tasa de interés a la que se colocan los bonos”.
Y anota que si Ecuador genera deuda hoy, tendrá que pagar una tasa de interés superior a la que hubiese cancelado cuando el indicador estuvo por debajo de los 1000 puntos. Eso fue hasta el pasado 30 de enero, cuando fue de 972.
Por otra parte, y según la agencia Bloomberg, los bonos están siendo ‘abandonados’ en el mercado internacional.
El director de la Escuela de Negocios de la U. San Francisco de Quito, Santiago Mosquera, anota que esto significa que los inversionistas no consideran que es un buen momento para comprar deuda ecuatoriana.
Y resume que ellos están ‘preocupados’ por tres motivos. Primero, por la caída del precio internacional del petróleo.
“Los mercados penalizan a la deuda de Ecuador porque se considera que una caída en los precios del petróleo afecta las finanzas públicas del país”, explica el experto.
El segundo factor es la incertidumbre sobre si el Gobierno tendrá financiamiento para el 2020; y el tercero, la expectativa frente al escenario político del país, toda vez que el próximo año habrá elecciones.
Mosquera concluye que el comportamiento del riesgo país y de los bonos podría ahuyentar la inversión extranjera hacia Ecuador y, por ende, la inyección de liquidez que la economía necesita.
Por su parte, Carrera anota que, entre otros correctivos, el Gobierno debería reducir su déficit fiscal y mantener los acuerdos que tiene con los organismos multilaterales.
El ministro de Finanzas, Richard Martínez, admitió ayer que el riesgo país “todavía es alto”, pero dijo que “no ha tenido una escalada creciente”.
No opinó sobre el artículo de Bloomberg, pero sí sobre una calificación dada por Moody, que dijo no compartir.
FUENTE: EL UNIVERSO