En época de Cuaresma, los católicos normalmente son instados a dejar algo que les guste, como los dulces, pero este año el papa Francisco les pidió que dejen de insultar a las personas en las redes sociales.
La Cuaresma “es un momento para renunciar a palabras inútiles, chismes, rumores, los apodos (denigrantes); es para hablar con Dios”, declaró Francisco en su audiencia general del Miércoles de Ceniza, el comienzo de la temporada de 40 días que culmina en Pascua de Resurrección. “Vivimos en una atmósfera contaminada por demasiada violencia verbal, demasiadas palabras ofensivas y dañinas, que se amplifican por internet”, dijo. En los últimos años, Francisco ha sido blanco de insultos en sitios web católicos ultraconservadores y, en su mayoría, de personas anónimas en Twitter.