Fuente: RT
Encerrados como cualquier plebeyo, las celebridades han tratado de mantenerse relevantes diciéndole al mundo que todos estamos «juntos». Pero a medida que su maquillaje se desmoronó, se hizo evidente cuánto no somos y quién es realmente relevante.
Una vez almorcé con Charlton Heston en el Hyde Park Hotel de Londres.
Acordamos la idea del historiador estadounidense Daniel Boorstin de que hoy en día hay pocos héroes reales en el mundo. La celebridad es una condición corrosiva para el alma. He tratado de restringir sus incursiones en mí, pero hay rincones extraños de mi personaje que han sido dañados.
Los emperadores bizantinos solían contratar a alguien para que los respaldara y les decía: » Tú también morirás «, y me susurro eso lo más a menudo posible.
Uno se pregunta qué haría la estrella de Ben-Hur con la generación actual de celebridades.
Mientras que el temido Covid-19 tiene a Estados Unidos encerrado, ha generado una demi-plaga; qué hacen las celebridades cuando anhelan atención y están desesperadas por seguir siendo relevantes.
Resulta que su producción de videos caseros y tuitear sus opiniones sobre todo irrita al proletariado. A medida que avanzamos inútilmente hasta el día veinticinco años de encierro, estas celebridades tan preocupadas por los inquietudes son cada vez más exasperantes.
Por alguna razón, las celebridades creen que sus opiniones son relevantes.
Es como si al interpretar a un médico en una película, usted, por osmosis, tuviera las habilidades y el conocimiento de un profesional médico experimentado.
La última vez que escuchamos a Sean Penn estaba en una cueva entrevistando a un famoso narcotraficante. Ahora está en la televisión nacional de EE. UU. Informando que el país debe estar bajo la ley marcial.
Una celebridad sufre en la traducción cuando se la saca de la alfombra roja. Sin el maquillage, los vestidos, las chucherías y el flash-mob, son, bueno, simplemente molestos.
Las carreras ilustres de algunas celebridades, como los títulos de una película épica, continúan … y continúan … y continúan. A decir verdad, estamos hartos de las celebridades.
Los medios relatan la más mundana de sus actividades. Las espinillas se transfiguran en –dice uno decir la palabra– plagas. Tiffs entre los titanes se convierten en furores de primera plana. Toda la situación plantea la pregunta: ¿hay vida después del título de crédito final? Hasta ahora, a la población nunca se le permitió descubrir porque con este tipo de personas, el rendimiento nunca termina.
Recientemente, Madonna estaba sentada en un baño cubierto de pétalos como una víctima de quemaduras y nos dijo en un video altamente producido que “ este virus es el gran ecualizador. «