Ha pasado un año y nueve meses desde que el exsecretario de Comunicación, Fernando Alvarado, se quitó el grillete electrónico y con un cordial mensaje informó al ministerio de Justicia que abandonó el dispositivo y salió del país. Está prófugo pero el delito de peculado puede juzgarse en ausencia, por lo que hoy empezó la audiencia de juicio en su contra, de su exsubsecretario Patricio Pacheco, el excoordinador de la Secom y testigo protegido Pablo Yánez y el contratista Carlos Bravo, que según la Fiscalía, a través de su empresa Gota Azul, se apropió de productos realizados con fondos públicos para beneficio económico particular.
Hasta el momento, la Corte Nacional informó que a través de un perito, la Fiscalía presentó el testimonio anticipado rendido por Yánez en el que indicó que Carlos Bravo, pese a no ser funcionario público, tenía su oficina en la presidencia de la República y luego en el edificio de Medios Públicos, donde instaló su productora audiovisual. El fiscal general subrogante Wilson Toainga recalcó que durante la audiencia probará que Alvarado, Yanez, Pacheco y Bravo causaron perjuicio económico al estado a través de contrataciones irregulares.
Mientras en los alegatos de apertura, la defensa de los procesados aseguró que no se podrá probar su culpabilidad y que el proceso judicial ha sido irregular e ineficiente. Lo último que se supo sobre la ubicación de Fernando Alvarado fue que estaba en Venezuela con su hermano Vinicio.