La Estación Espacial Internacional (EEI), con más de dos décadas en órbita, presentó una nueva filtración de aire. Esto no pone en riesgo la vida de los astronautas, sin embargo, en los últimos meses los ingenieros han detectado una filtración más alta de lo habitual, pero no han podido localizar dónde se está produciendo la fuga.
La fuga fue notada por primera vez en septiembre 2019 y no es la primera que se encuentra. La EEI ha presentado estos casos, en varias ocasiones. En 2018, encontraron una en la nave Soyuz (adjunta a la EEI), que fue posteriormente reparada. Ahora otra fuga parece estar provocando la pérdida de aire en la estación. Sin embargo, hay suficiente tiempo para evaluar y reparar el daño.
Es el método presentado por la NASA y el resto de socios de la EEI para acabar con el problema. Se iniciará aislando cada módulo de la estación, para identificar de donde proviene la fuga de aire. Esto equivale a monitorizar uno por uno cada módulo por separado y cerrados entre sí. Finalmente, los astronautas tratarán de reparar la fuga como ya lo han hecho en ocasiones pasadas. La NASA indicó que este proceso no supone ningún riesgo para el grupo.
La tripulación de la estación se encuentra confinada en el módulo Zvezda desde el 21 de agosto. Sin embargo, tiene acceso a otros dos módulos en caso de emergencia. Respecto a la razón de la fuga, una de las posibilidades más factibles es que algún micrometeorito haya provocado alguna fractura en la nave.
Nueva fuga de aire en la Estación Espacial Internacional
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