De manera general y desde el inicio de la emergencia sanitaria el comercio electrónico se convirtió en la única alternativa para acceder a productos que estaban permitidos.
En ese contexto, el aumento de la demanda se nutrió por dos fuentes principales: quienes ya compraban -sobre todo aparatos tecnológicos-, pero expandió su demanda a otros productos y servicios; por otro lado, quienes tenían dudas comprar en línea, pero comenzaron a hacerlo por la necesidad.
A medida que se comenzó a abrir la economía y eliminarse las restricciones, esa nueva demanda se mantiene, y a mediano y largo plazo las perspectivas son hacia el fortalecimiento del comercio electrónico como uno de los sectores con mayor crecimiento en la economía nacional.
El presidente de la Cámara de Comercio Electrónico, Leonardo Ottati, en medio de la pandemia las transacciones se incrementaron más de un 200%, lo que a finales de 2020 provocaría una facturación superior a los $2.000 millones.
Ese crecimiento es consecuencia de un desarrollo que venía de antes. “Con pandemia y cuarentena definitivamente hubo una hiper aceleración, pero sobre una base de crecimiento y maduración que viene desde hace varios años”, dijo Ottati.
Los resultados positivos de este año se están consiguiendo a pesar de que las ventas en línea se han desplomado en actividades como turismo, aviación y entretenimiento.
Carlos Buenaño, economista y especialista en comercio electrónico, comentó que en los próximos 10 años,las transacciones podrían crecer, en promedio, un 10% o 15%; aunque las cifras todavía tienen un alto subregistro por el aumento de los pequeños emprendimientos y la informalidad.
“El potencial del comercio electrónico es muy grande; pero incluso las cifras de crecimiento de 2020 se quedan cortas con la realidad. Ni siquiera se puede establecer el número total de ecuatorianos que compran bienes y servicios en línea”, dijo Buenaño.
Por su parte, Ottati, presidente de la Cámara de Comercio Electrónico, estableció una posición crítica con respecto al impuesto al valor agregado (IVA)que empezará a cobrarse a los servicios digitales importados desde el 16 de este mes. Antes de encarecer los servicios, se debería trabajar en la creación de un “ecosistema conveniente” para que compañías como Netflix o Youtube operen en Ecuador.
Es decir, se necesita un esquema tributario y de beneficios que haga rentable invertir en el país. Con eso, se generaría más recaudación e ingresos para el fisco.
“Una de las partes fundamentales del negocio en línea es la difusión, pero van a encarecer la publicidad que se puede generar a través de Google, Facebook o Instagram. Eso va a mermar la capacidad de crecimiento y posicionamiento de los pequeños y medianos emprendimientos”.