Los incendios en el Círculo Ártico, que este verano batieron un récord frente a años anteriores, usualmente arrasan lejos de las zonas pobladas, pero su impacto se esparce y refleja por el mundo.
La Agencia Espacial de Norte América (NASA), intenta descubrir cómo empiezan y cómo impactan al pronóstico del tiempo, los ecosistemas y la salud humana.
Su origen aún es incierto, pero algunos se atribuyen a los ‘incendios zombis’ o latentes, que están activos bajo tierra durante los meses invernales, según el Servicio de Monitorización de la Atmósfera de Copérnico (CAMS).
Del 1 de enero al 31 de agosto de 2020 las emisiones estimadas de CO2 (Dióxido de Carbono) en la región fueron de 244 megatoneladas, frente a 181 megatoneladas para todo 2019