El 13 de septiembre termina el estado de excepción adoptado por el Estado ecuatoriano ante la emergencia sanitaria y la mayoría de empresas que vienen aplicando el teletrabajo se mantiene en esa modalidad.
Otras seguirán con la labor mixta, es decir, unos días en casa y otros en oficina. Y muy pocas compañías trasladarán a su personal a modo presencial, luego de seis meses de teletrabajo.
Algunas compañías tomaron la decisión de mantener a sus colaboradores en casa por precaución o simplemente están ejecutando procesos que ya estaban en marcha.
Como la Corporación Kruger, empresa de tecnología de la información, que se mantendrá laborando vía remota, según Ernesto Kruger, CEO de Kruger Corp.
“Esto fue un aceleramiento de algo que veníamos trabajando y como nosotros trabajamos en varios países, las teleconferencias, el trabajo remoto, el control de las personas ya se quedó así y por qué, porque nos permite adaptarnos a la nueva realidad y tenemos las herramientas que nos ayudan a cumplir con los objetivos. Y otra razón es porque nos permite una calidad de vida de las personas en cuanto a compartir con su familia”, dice.
Esta compañía, que opera en Quito, emplea a 260 personas y suman 400 en otros países. Todos actualmente laboran desde casa.
El mismo pensamiento tiene la empresa Acurio & Asociados con la diferencia que vienen aplicando tres modalidades: teletrabajo, presencial y unidades móviles. Esta última mitad presencial y en casa. No variarán su forma de trabajo.
Jazmina Idrovo, jefe de Talento Humano y Desarrollo de Habilidades Gerenciales, menciona que en teletrabajo seguirá el personal en periodo materno y vulnerable; en presencial, aquellos que no tengan el espacio adecuado o conexión de internet; y en unidades móviles sobre todo el personal técnico.
“La empresa desde antes de la pandemia ya venía trabajando en la digitalización de todos nuestros procesos, por lo que este impase nos empujó a utilizar lo que ya se venía trabajando, el cambio de reglas no nos afecta”, indica Idrovo.
La empresa tiene en su nómina a 50 personas y 25 como profesionales externos. De estos, 30 laboran en planta, 13 en casa y 6 de forma mixta.
En tanto que Arca Continental, Tesalia CBC y la Universidad Internacional SEK mantienen la misma cantidad de personal en dos modalidades: teletrabajo y presencial. Al momento, no piensan cambiar.
Pablo Suasnavas, decano de la Facultad de Ciencias del Trabajo y del Comportamiento Humano en UISEK, señala que el área académica seguirá en casa y la administrativa en oficina como secretaría, admisiones y personal de mantenimiento.
Según el Ministerio del Trabajo, existen 436 646 teletrabajadores, de un total de 6607 empresas privadas e instituciones públicas hasta el pasado 4 de septiembre. En Pichincha son 135 120 teletrabajadores y en Guayas, 89 573.
Para Diego Cepeda, consultor de negocios, el teletrabajo ya representa un cambio cultural. “Ahora forma parte de la estrategia de los negocios, algunos se han adaptado muy bien y otros no, pero es parte del proceso”, indica.
Cree que la baja decisión de las empresas de pasar a modo presencial no solo es por precaución. “(Hay) oportunidades de ahorro, al no tener que trasladarse a un punto físico. Y existen negocios que han podido adaptarse con facilidad al teletrabajo y no tienen dentro de sus planes actualmente retornar”, apunta.
La consultora Rodríguez Baudoin decidió retornar al trabajo presencial con sus seis colaboradores, aunque las reuniones seguirán virtualmente para prevalecer el distanciamiento, de acuerdo con María José Rodríguez, gerente general de la consultora para Ecuador y Bolivia.
“Seguiremos las recomendaciones internacionales. Rotaremos el trabajo presencial. Para no tener muchas personas al mismo tiempo en el mismo espacio físico buscaremos que la mayor parte de las reuniones sigan siendo virtuales“, señala.
Mesías Andrade, experto laboral, afirma que el teletrabajo no es para todas las empresas y dependerá de tres aspectos ir a modo presencial: giro del negocio, operatividad y calidad de internet.
“En este último punto recordemos que el internet no es de lo mejor en nuestro país y si le sumamos hijos en casa conectados en diferentes horarios a clases virtuales, podría complicar la efectividad del teletrabajo”, expresa.