Las aglomeraciones registradas en la transportación pública en Quito y en otras localidades, tras el fin del estado de excepción, y el no uso de la mascarilla en los espacios públicos son parte de los comportamientos que preocupan a las autoridades de Salud ecuatorianas, pues se corre el riesgo de más contagios de COVID-19 y de rebrotes, dijo este miércoles 16 el viceministro de Salud, Xavier Solórzano, en un acto de donación de $300 000 que hizo el Gobierno de Corea del Sur para insumos que requiera el hospital Delfina Torres de Esmeraldas.
Hasta las 08:00 de este miércoles, los casos de contagios confirmados de COVID-19 en Ecuador se ubicaban en 121 525 y los fallecidos por este virus en 10 996, entre confirmados y probables.
Según las cifras oficiales, los casos confirmados se han incrementado con más velocidad en las provincias de Galápagos (69 %), en Azuay (30 %), en Tungurahua (27 %) y en Pichincha (26 %). En esta última provincia, las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales siguen al límite.
Así lo reconoció el viceministro de Salud, quien agregó que los casos moderados han disminuido porque hay menos demanda de estos servicios. No así los casos que requieren un espacio en cuidados intensivos. «En Quito seguimos en el límite», dijo el funcionario, quien llama a la ciudadanía a no bajar la guardia.
Él sostuvo que en esta nueva etapa la decisión está en manos de la población. «Yo escojo entre vivir o morir», citó al referirse al comportamiento de los ciudadanos, que deben mantener las medidas de bioseguridad para evitar rebrote.
Hasta el corte de esta mañana se habían tomado 363 152 muestras. De estas, 60 555 estaban represadas. Ecuador es uno de los países de la región que menos pruebas por habitantes realiza.