En una videollamada, el director del Centro de Rehabilitación Social de Varones de Guayaquil, Héctor Reyna, quien hoy está preso, mantiene un supuesto diálogo con el israelí Shy Dahan, quien a la fecha de la grabación estaba en la Penitenciaría.
El extranjero le reclama a Reyna porque presuntamente ya había entregado $ 47.000 en supuestas extorsiones o recompensas por ser llevado a un centro médico, por estar en determinado piso de la cárcel, porque le pasen las tarrinas de comida y, sobre todo, por estar protegido en ese centro. Eso habría ocurrido días antes de ser asesinado en su celda, el 8 de agosto. Ese día el israelí recibió varios golpes en la cabeza con una pesa artesanal.
En la misma celda estaba su amigo Orem Sheiman, quien resultó con golpes y supuestamente perdió la consciencia durante el ataque. Él es parte del Programa de Protección a Víctima y Testigos.
“Escucha, en adelante conmigo y con José, con nadie más…”, dice el director de la cárcel en el video, mostrando a una persona que está junto a él, y aclara que de todo el dinero él solo recibió una parte.
“Yo paso a él dinero, los 5.000 para comprar el iPhone… Tú solo asegura mi seguridad, mi vida que esté bien, que no haya peligro para mi vida, yo no quiero que me pase como a mí”, refiere el extranjero en el video y el director le asegura con el pulgar en alto.
Dahan también detalla cuánto dinero le habría dado a cada personaje en esta presunta trama de corrupción dentro de la cárcel de Guayaquil.
El hoy fallecido le indica a Reyna que le dio a un tal Novillo 6.000 dólares, al subdirector 2.500. Además, dice que la guía quiere 20 dólares cada día para llevarle la comida.
La cinta se hizo pública en Israel, días después de que la madre del fallecido se pronunciara en una entrevista en ese país y asegurara que iba a demandar al Estado ecuatoriano por la muerte de su hijo Shy.
Dahan envió la cinta, que duraría seis minutos, a su familia pocos antes de ser asesinado, pues aseguró su compañero Oren Sheiman que ya habían recibido varias amenazas de muerte a través de los guías penitenciarios y del mismo director de la cárcel.
Dahan y Sheiman fueron detenidos en Santa Elena el 1 de junio, horas antes de que se allanara la casa de Abdalá Bucaram y donde se hallaron miles de cajas de insumos médicos. Los extranjeros aseguraron que esos insumos fueron comprados a ellos y les pagaron en efectivo.
Por esa trama hay una investigación abierta en Quito por delincuencia organizada. Esa indagación incluye a Abdalá Bucaram, a su hijo mayor, Jacobo Bucaram Pulley, a dos vigilantes de la AMT Quito que habrían otorgado credenciales falsas de la DEA a los extranjeros para llegar hasta Guayaquil con los insumos y ahora también al director de la Penitenciaría, Héctor Reyna, quien fue detenido la tarde del jueves tras dar su versión en la Fiscalía de La Merced en su implicación en la liberación de alias JL, el líder de la banda de Los Choneros.
Al mismo tiempo, la Policía allanó su domicilio, en la vía a Samborondón. Según su declaración patrimonial en la Contraloría, al asumir el cargo el año pasado, él tenía un patrimonio de $ 10.200 y su sueldo mensual es de $ 2.368.
Este viernes, Reyna estuvo en la Fiscalía del Cuartel Modelo y luego en el Albán Borja, en la audiencia. A las 09:00, la fiscal que solicitó su detención llegó desde Quito pero se negó a dar declaraciones, pues al igual que otros agentes fiscales es parte del Programa de Protección a Víctimas y Testigos.
La audiencia se dio a las 13:30 en el Albán Borja, pero por pedido de la fiscal fue reservada. A las 15:00 se conoció que la jueza Ángela Bustillo le dictó prisión preventiva por pedido de la Fiscalía. La instrucción fiscal durará 90 días y se decidió trasladarlo a una casa de salud, pues argumentó que padece de cáncer al colon y que debe realizarse quimioterapias.