Las alertas se activaron en el Centro de Rehabilitación Regional Cotopaxi, al norte de Latacunga, este miércoles 24 de febrero del 2021 con el hallazgo de un cadáver en una celda, un día después de amotinamientos consecutivos que dejaron 79 muertes en cuatro cárceles de Ecuador.
Un prisionero fue hallado sin vida en una de las celdas de máxima seguridad. Agentes de Criminalística y de la Dinased (Policía Nacional) y funcionarios de la Fiscalía ingresaron para recoger evidencias. Pasado el mediodía, el cuerpo fue trasladado en un vehículo de medicina legal hasta el Centro Forense de Ambato. Las autoridades no dieron declaraciones y manejan el hecho en reserva.
Familiares en busca de noticias después del motín
En el exterior de la cárcel la noticia se regó con el rumor de que se trataba de un suicidio. Familiares de los detenidos buscaban información de sus allegados tras el asesinato de al menos ocho internos durante el amotinamiento del martes 23 de febrero (las otras víctimas se encontraban en cárceles de Guayaquil y de Cuenca). Las visitas a la cárcel de Cotopaxi se suspendieron este miércoles hasta nueva disposición.
Luis Siza llegó al mediodía desde la provincia de Bolívar para solicitar información de su tío, quien había ingresado un día antes del amotinamiento. El hombre, de 30 años, viajó cerca de tres horas para arribar a Latacunga. “No me dieron información y tampoco hay visitas. Ahora voy a tener que regresarme sin saber nada de mi tío. Vendré otro día”, dijo. Siza se enteró de lo ocurrido el martes en las cárceles por las noticias. Llamó a su tía a preguntarle qué sabía de su familiar, pero no tenía tampoco información. “Rogó que viniera a verle y por eso estoy acá. Ella está enferma y no puede viajar”. A las afueras de la cárcel de Cotopaxi también arribó María G., de 55 años, urgida por información de su hijo, detenido desde hace un año y medio. “Me dijeron que está bien y eso me tranquilizó. No pude dormir toda la noche”. Durante la mañana y la tarde de este miércoles, el movimiento en el centro carcelario fue normal con el cambio de turno de guardia.
Foto cortesía de EL COMERCIO