“Quiero agradecer a Dios por esta nueva oportunidad de vida, agradecer a todos ustedes, amigos de Santo Domingo, que oraron, que pidieron a Dios por esta nueva oportunidad”. Fueron las palabras de Wilson Erazo, alcalde de Santo Domingo, al finalizar la sesión de consejo que lideró el pasado martes, un mes después de que pidiera licencia para luchar contra el COVID-19.
Concedida la licencia, el personero fue trasladado a Guayaquil para ser tratado en una casa de salud, donde permaneció diez días intubado para lidiar con el virus, que en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas hasta el pasado martes había contagiado a unas 8.200 personas durante la pandemia y provocó la muerte de 603 personas, entre confirmadas y probables por causa del COVID-19.
Tras culminar la sesión del martes, Erazo subió hasta la terraza del cabildo de Santo Domingo, para desde ahí saludar a habitantes de esta localidad que pasaban, y en donde el burgomaestre ratificó su intención de seguir trabajando con responsabilidad a favor de esta localidad.
“Como me dijeron los médicos, pues tuve esta nueva oportunidad. Es un milagro de vida, Dios me sanó, Dios me extendió la mano y estoy aquí para poder hacer las mejores cosas como seres humanos, no seremos perfectos, pero tratamos de hacer las cosas de la mejor manera en beneficio cantón”, manifestó Erazo.
El alcalde señaló que tras salir de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital donde se mantuvo internado, prosiguió una recuperación de siete días.
Ahora continúa con la rehabilitación respiratoria, aunque reconoció que perdió masa muscular, pero que se siente en buenas condiciones físicas.
“Por eso recomiendo a todos los ciudadanos cuidar la salud, cuidar la vida, esto no quiero que le pase a nadie, incluso a mis amigos que opinan diferente, le pido a Dios que les dé bendiciones y que bendiga a sus familias porque la vida es lo más valioso y más sagrado, aunque discrepemos sigamos juntos, unidos con esa pasión para trabajar para Santo Domingo”, dijó Erazo.