Decenas de sectores duraneños afectados por el invierno, donde hay inundaciones hasta sin lluvia, calles lodosas, llenas de baches que son focos infecciosos, calle con huecos y con pozas de agua y lodo están en ese estado por 30 años y ninguna autoridad lo ha arreglado.
Los conductores de autos tratan de salir de estos sitios con cuidado y temor de que se queden atascados y algunos habitantes caminan en puntillas, buscando espacios secos para no ensuciarse hasta llegar a una calle sin lodo. Esta condición es de todo el invierno y continuamente ha permanecido.
En el sector de la Elsa Bucaram niños disfrutan tirándose a las aguas empozadas como piscinas frente a sus casas. Se divierten mientras la basura gira su alrededor.
En diferentes sectores del cantón se registran decenas de moradores que luchan por sobrevivir a estas situaciones vulnerables, exponiéndose a peligros y diversas enfermedades, no cuentan con alcantarillado y las aguas servidas se mezclan con el agua de la lluvia y se convierten en charcos de agua empozada y maloliente.
Eduardo Quimí, jefe de la Dirección de Gestión de Riesgos (DGR), explica que sí se está atendiendo a los afectados, se está analizando la problemática de los sectores para poder auxiliarlos, están construyendo canales de desfogue y llevan brigadas médicas y de fumigación. Además se envían tanqueros de agua potable a las zonas anegadas y evacuando las aguas empozadas de las calles para que los vehículos tengan paso libre, según el funcionario.
Pavimentación de calles es lo que exigen los moradores para tener un sector seguro y sin problemas. Héctor Velasteguí, director de Obras Públicas municipales, comenta que esos trabajos solo se los realiza en los sectores que están legalizadas por el Municipio y si no están aprobados esos sitios como invasiones no pueden intervenir.