En su libro Cartas a mis hijos, Guillermo Lasso Mendoza relata cómo ocurrió su primera incursión en la política. Era 1998, Jamil Mahuad había ganado la presidencia y nombrado a Ana Lucía Armijos como ministra de Gobierno. Ella lo llamó y le propuso ser gobernador del Guayas. Él lo pensó porque había desarrollado su actividad laboral detrás de un escritorio en el Banco de Guayaquil. Lo consultó con su esposa, algunos allegados y hasta con el fallecido arzobispo de Guayaquil, Juan Larrea Holguín, a quien se topó casualmente en la sala de la casa de un amigo en común. Tenía 42 años, y muchas dudas y miedos… Pero se lanzó. En el texto dice que tomó el riesgo porque es un hombre que no le rehúye a los desafíos.
Sin embargo, veintitrés años después, Lasso asume el reto de gobernar Ecuador en medio de una de las crisis más complejas de su historia reciente marcada por una pandemia que a ratos parece que no terminará nunca. Esta vez, a los 65 años, asegura que no tiene dudas ni miedos porque explica que en los 12 que se ha dedicado a la política de lleno en tres campañas presidenciales se ha nutrido de información para saber qué y cómo hacerlo.
Cuando se le preguntó, cuáles son las prioridades en sus primeros cien días de gobierno, Lasso respondió, las prioridades de la sociedad ecuatoriana son satisfacer el hambre de las familias; luchar contra la pobreza que cubre el 33% de la población; generar empleo promoviendo inversión porque apenas 3 de cada 10 ecuatorianos en condiciones de trabajar tiene empleo; luchar contra la violencia de género y los femicidios; una reforma de la Ley de Educación Superior para lograr universidades libres; enviar una Ley de Libertad de Expresión en la que se deroga la actual norma manteniendo sus aspectos positivos. Además del plan para vacunar a nueve millones de personas en los primeros cien días. Nos hemos trazado una línea clara en lo económico, lo político, lo social.
Por su parte, el ministro Mauricio Pozo ha dicho que dejarán pagados los pendientes hasta el 24 de mayo y gestionan un crédito para que ustedes puedan cubrir de lo que se viene, a lo que Lasso respondió, «Vamos a ver tanta belleza, primero lleguemos y lo sabremos».
Frente a la interrogante de que pasará con la vacuna rusa que aún no tiene los permisos de la Arcsa, mencionó, haremos gestiones para que la aprueben, porque ya tiene el aval de la OMS; ese es uno de los temas burocráticos que estamos viendo.

Sobre la falta de información se repite en otras áreas del proceso de transición, recalcó, «Me apena decirlo, aunque haya una buena fe de parte de la vicepresidenta, me da la impresión de que a ella no le dan información suficiente y confiable».
En tal caso que el COVID-19 se desborde, cómo manejará usted los estados de excepción, los confinamientos o la movilidad. Agregó que no quiere anticiparme sobre eso, ya que un factor clave para controlar la pandemia es la vacunación. Es fundamental, además, para la reactivación de la economía. Por otro lado, he tomado contacto con las Naciones Unidas para replicar las prácticas de los países que mejor han manejado la pandemia.
Lasso, además recalcó que no esta vacunado todavía, y espera vacunar a nueve millones de personas y luego lo hará el.
«Jamás protegeré ni favoreceré a nadie, ni voy a permitir la impunidad o perseguir a nadie o intervenir en algún juicio. Los que están en la cárcel, que se queden ahí; los que tienen sentencia, que se queden con esta, y que cada uno asuma su responsabilidad. Dicho esto, en el Ecuador del Encuentro tenemos que estar abiertos al diálogo con todos los ecuatorianos, no solo con el 52% que votó por nosotros. Trasladado esto al campo político, hay que hablar con todos sin cruzar las líneas rojas que mencioné».
El 24 de mayo voy a presentar el proyecto de Ley de Libertad de Expresión, pero no lo voy a enviar directamente a la Asamblea por respeto a la sociedad civil y a los medios para que todos podamos opinar, embellecer el proyecto, reformar artículos o palabras que estén de más o que falten, siempre poniendo un plazo tope de 30 o 60 días. Se nos ha vendido la idea de que el presidente puede con todo, pero necesitamos una sociedad civil vibrante, que forme parte del análisis y solución de los problemas, agregó Lasso.
Uno de los primeros decretos que firmará el presidente electo, Guillermo Lasso, será para implementar un Código de Ética del Ejecutivo, en el que, por ejemplo, prohibirá que en las oficinas públicas se cuelguen retratos del mandatario.
“Vamos a lograr una sociedad democrática en la que no se rinda culto a la figura del presidente”, expresa.
Respecto al retrato oficial que se cuelga en el Salón Amarillo, señala que ese tema lo tiene “sin cuidado” y que su esposa, María de Lourdes Alcívar, o sus hijos resolverán quién lo pintará.
Pascual del Cioppo y Emilio Palacio, en el servicio exterior

El dirigente socialcristiano Pascual del Cioppo y el periodista Emilio Palacio serán designados como embajador en España y cónsul de Ecuador en Miami, adelantó el presidente electo, Guillermo Lasso.
Del Cioppo confirmó la nominación, pero aclaró que no surgió por su posición en el PSC, que se alió con CREO en las últimas elecciones, sino por su amistad personal.
Palacio reside en Miami (Estados Unidos) hace diez años, cuando salió del país a raíz del juicio por injurias calumniosas que interpuso el expresidente Rafael Correa.
En tanto que la familia presidencial vivirá en Puembo, en Quito, que será su residencia oficial (con sus hijos y nietos) mientras dure su mandato. Hasta que terminen de levantarla, vivirán en el Palacio de Carondelet.

Lasso agrega que será un presidente activo, “buscando el encuentro con los ciudadanos”. Es decir, realizará recorridos constantemente.
El presidente electo dice que si bien usa su bastón para afianzar su movilidad (tras un accidente sufrido hace varios años), su estado de salud es óptimo.
Foto cortesía Jaime Freire García