Según comerciantes la compra de insumos de bioseguridad ha bajado en los últimos meses.
Medicamentos hospitalarios como los anestésicos midazolam, rocuronio, entre otros; y los antibióticos, antigripales y mucolíticos para tratar casos leves de COVID-19 son los que mantienen mayor demanda en las distribuidoras de farmacias ubicadas en zonas del centro y sur de Guayaquil.
Administradores de farmacias situadas en las calles Ximena, Alejo Lascano, Boyacá, sector de las distribuidoras, comentaron que la demanda de los medicamentos para pacientes graves y leves sigue alta pese a que las cifras demuestran que han disminuido los nuevos casos de contagios y el número de fallecidos.
Sin embargo, los enfermos se mantienen, ya sea por el virus activo o por secuelas, refirieron médicos guayaquileños.
Uno de los administradores de una farmacia en la calle Alejo Lascano, dijo, “Los medicamentos como flumicil, azitromicina, ambroxol, ibuprofeno, paracetamol siguen pidiendo mucho para tratar el COVID-19 en casa, las personas vienen con receta médica y por eso les despachamos. En los casos de medicina hospitalaria, que son los anestésicos, sedantes como propofol, rocuronio y el midazolam -que sigue escaso-, también vienen a pedirlo aquí, pero nos obligan a que pidamos la receta y muchas veces los hospitales solo mandan escrito en un papel sin firma ni sello médico porque saben que esa medicina debe tener el hospital, lamentablemente no se les puede vender así y las personas van a comprar a la Bahía donde les cuesta el doble”.
En tanto que, en farmacias del suburbio, trabajadores indicaron que han notado un leve descenso en los pedidos de los fármacos como midazolam y actemra. “Antes nos llamaban día y noche por esa medicina, ahora ya no es así, ha bajado un poco, ya vemos que sí la siguen buscando y se vende, pero antes hasta se nos agotaba el stock”, comentó Alison Charcopa, de una farmacia ubicada en la calle 25, en el suburbio de Guayaquil.
Agregó que también la ivermectina se sigue vendiendo como hace meses. “Las personas la siguen tomando como método preventivo, aunque su principal uso es como desparasitante, pero igual continúa la alta demanda”, comentó una de las administradoras.
Trabajadores de las farmacias añadieron que hay productos que han bajado de precio como el alcohol antiséptico, en cambio, las vitaminas han incrementado su valor. Y que el resto de productos se siguen vendiendo como de costumbre.
Por su parte, comerciantes informales indicaron que la demanda de insumos de bioseguridad ha bajado en las últimas semanas debido a los toques de queda, ya que muchas personas aprovechaban esos días para abastecerse, ahora solo salen al trabajo, comentó uno de los ambulantes.
En el sector de las distribuidoras de farmacias venden mascarillas quirúrgicas llanas o con diseños desde $ 2,50 las 50 unidades, también las KN95 en diversos colores y estampadas desde $ 3 las 10 unidades. Y productos complementarios como visores desde $ 1 de plástico y de $ 8 de acrílico de diferentes tonos, así como colgantes repelente de virus, entre otros.
Foto cortesía Carlos Barros