Se trata de una biopsia líquida, con una muestra de plasma de la paciente que interactúa con el biosensor.
Un equipo de investigadores españoles, de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y del Hospital Clínico de Valencia (Incliva) han desarrollado en laboratorio un prototipo de biosensor para ayudar a detectar el cáncer de mama en sus fases más tempranas.
El trabajo, dirigido por el profesor Ramón Martínez Máñez y la oncóloga Anna Lluch, ha sido publicado en la revista ACS Sensors.

Actualmente, la mamografía es la técnica estándar más utilizada para el diagnóstico, pero presenta algunas limitaciones, como la exposición a la radiación, y una menor sensibilidad y especificidad en mujeres jóvenes con tejido mamario denso.
Anna Lluch, por ello, afirma son necesarias nuevas herramientas de diagnóstico que ayuden a la detección temprana del cáncer de mama. “Nuestro biosensor va en esta línea”.
Esta investigación pertenece al campo de la biopsia líquida, que a través de un análisis de sangre ayuda a detectar la presencia de cáncer. En este caso, el biosensor mesoporoso desarrollado por el equipo de la UPV e Incliva es sencillo de utilizar, de bajo coste y ofrece los resultados en muy poco tiempo —entre 30 y 60 minutos— a partir de una muestra de plasma de la paciente.
El biosensor está compuesto por un nanomaterial, una alúmina nanoporosa, que facilita la detección en plasma de microARN miR-99a-5p asociado al cáncer de mama. Hasta ahora, esto se ha hecho con técnicas complejas y que requieren de mucho tiempo, y por eso no pueden usarse como herramienta de diagnóstico en el ámbito clínico.
Martínez Máñez explica que los nanoporos del biosensor se cargan con el colorante rodamina B y se cierran. Al interactuar con la muestra de plasma, si no detecta la presencia del microARN, las puertas de los poros siguen cerradas; en cambio, en presencia del miR-99a-5p, esas puertas se abren y se libera el colorante.
En el desarrollo de este biosensor ha participado también personal del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe), donde se han realizado los ensayos para la validación de los nuevos biosensores, y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (Ciberonc).
“El siguiente paso en nuestro trabajo consistirá en la validación en un mayor grupo de pacientes y seguir trabajando para hacer que el sistema de detección sea todavía más robusto y sencillo de utilizar”, concluyen Juan Miguel Cejalvo, del Grupo de Investigación de Biología en Cáncer de Mama del Incliva, y Ramón Martínez Máñez.
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