Veinte familias se encuentran perjudicadas por los servicios dañados que tienen. Exigen a las autoridades que les den una solución.
Veinte familias de un conjunto residencial ubicado en Mapasingue oeste, calle Tercera 612 y avenida Sexta, se encuentran afligidos por los olores nauseabundos y aguas servidas que emanan cada una de sus casas debido a que los pozos sépticos, construidos para la descarga de las aguas servidas de todos los hogares, colapsaron hace muchos años, Uno de los dos pozos con los que cuenta el conjunto residencial incluso está dentro de una vivienda, cuyos ocupantes tienen hijos pequeños.
Este problema que afecta a muchos usuarios tiene 40 años y ninguna autoridad se ha hecho responsable. Los habitantes dicen que han realizado denuncias, recurrido a las empresas Interagua y Emapag, pero ninguna de estas entidades les ha dado resultados positivos.
Los trabajadores de estas compañías solo hacen presencia, observan el daño y les dicen que vayan a ubicar la denuncia en las oficinas.
Los moradores se sienten abandonados por las autoridades. Recalcan que no cuentan con alcantarillado y cuando les llega el recibo del agua potable les cobran el servicio, cuyo costo va desde los $ 4,74 según el consumo de agua.
Jacinto Paredes tiene 35 años viviendo en el sector. Cuando compró su casa tenía desconocimiento de que la letrina estaba debajo de su piso y esto le emana mal olor o peor cuando llueve se le inunda la casa. Ha hecho un llamado de auxilio a las empresas de agua, pero nadie le resuelve su problema. Tiene dos hijas pequeñas y porque perciben ese olor teme que les pueda causar molestias respiratorias.
Actualmente las aguas servidas salen a la superficie diariamente, más cuando llueve.
Otro problema que les preocupa es no tener alumbrado público, puesto que solo cuentan con una iluminación que pudieron apenas ponerles los servidores del Municipio.
Gladys Viteri tiene 30 años en el conjunto residencial. Dice que debido a este problema ha tenido que clausurar sus baños porque se tapan los servicios. “Esto es insostenible.
Además, estos habitantes han tenido que pagar por la limpieza que estas letrinas causan, pero ellos mismos actualmente limpian dado que es gastar dinero innecesario y peor en la situación que están viviendo ahora por la pandemia del COVID-19.
Algunos no cuentan con un trabajo estable u otros no tienen y creen que es injusto que les cobren por un servicio que no tienen, reclaman.
Gladys Viteri, agregó, “También pedimos pavimentación en el interior del conjunto residencial, ya que somos parte de la ciudad y pagamos todos los servicios e impuestos que manda la ley”.
Diario EL UNIVERSO contactó la semana pasada a la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag-EP), y el viernes 21 de mayo enfatizó que se está realizando un censo para levantamiento de información con los usuarios para derivar la información a Interagua para su atención y solución. Además, están realizando un estudio topográfico en la zona afectada.
Foto cortesía José Beltrán