Tomar alrededor de tres o cuatro tazas de café (cafeína o descafeinado) al día reduce drásticamente el riesgo de desarrollar y morir por enfermedades hepáticas crónicas, según un nuevo estudio.
Los bebedores de café tenían un 21% menos de probabilidades de desarrollar una enfermedad hepática crónica, un 20% menos de probabilidades de desarrollar una enfermedad crónica o del hígado graso y un 49% menos de probabilidades de morir por una enfermedad hepática crónica que los no bebedores de café, según el estudio publicado el lunes en la revista BMC Public Health.
Los factores de riesgo de enfermedad hepática incluyen el consumo de alcohol, la obesidad, la diabetes, el tabaquismo, las infecciones por hepatitis B y C y la enfermedad del hígado graso no alcohólico, que es la acumulación de grasa adicional en las células del hígado que no es causada por el alcohol.
Los diagnósticos de enfermedad del hígado graso no alcohólico, que afecta a personas obesas, con sobrepeso o que tienen diabetes, colesterol alto o triglicéridos altos, se han más que duplicado en los últimos 20 años, según la Fundación Estadounidense del Hígado, afectando hasta un 25% de los estadounidenses.