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La investigación de la Fiscalía y de la Policía duró aproximadamente seis meses. En ese tiempo, las dos instituciones descubrieron que, desde una cárcel de Guayaquil, 11 miembros de la banda narcodelictiva Los Lagartos organizaban y ordenaban distintos asesinatos en la urbe porteña y Durán.
Los sospechosos se comunicaban con sus aliados que estaban en libertad para ejecutar sicariatos en cuatro zonas populares. En la lista de sitios por donde se movían los sospechosos están los distritos Sur, Esteros, 9 de Octubre y barrios de Durán.