Este domingo arranca la Convención Constitucional que tiene la misión de redactar una nueva carta magna para Chile.
Los 155 integrantes se reúnen para su primera sesión a las 10 de la mañana (hora local) en el edificio del Congreso Nacional en la capital, Santiago. Y antes que nada se elegirá a un presidente y a un vicepresidente que liderarán el proceso.
Además, en los próximos días deberán definir el reglamento sobre cómo se trabajará en la redacción de la nueva Constitución; por ejemplo, si incorporará o no algún tipo de participación ciudadana o si abordará los temas a través de comisiones específicas, entre otras cosas.
La sesión inaugural coincide con otro hecho histórico para la nación sudamericana: los 210 años de la instalación del primer Congreso Nacional.
El texto actual fue creado en 1980 y es criticado fuertemente por ser herencia del régimen militar de Augusto Pinochet y por consolidar un papel residual del Estado en la provisión de servicios básicos.
Ahora, tras casi dos años de fuertes tensiones y crisis social, la Convención Constituyente es ya una realidad.
Sus miembros fueron electos por la ciudadanía a mediados de mayo en unos comicios que sorprendieron a la clase política y a expertos electorales chilenos, pues los independientes se posicionaron como unos de los grandes triunfadores, logrando casi un tercio de los escaños (48 en total).