Unos 300 salvadoreños han salido a las calles de la capital para pedir la derogación de la ley que convertirá al Bitcoin en moneda de curso legal a partir del próximo martes. Hablan del gran riesgo que conllevará su uso incorrecto que es algo muy probable, ante la ausencia de campañas pedagógicas sobre su manejo.
Un proyecto del presidente Nayib Bukele para dinamizar una economía dolarizada desde hace veinte años, que los contrarios a su implementación consideran una amenaza para las clases más humildes. «No es que estemos en contra de la criptomoneda o de los criptoactivos», comenta un manifestante. «Anteriormente ya se utilizaba la criptomoneda en otros lugares del país y no fue necesaria una ley, ahora se plantea esta ley con el ánimo de regular una serie de situaciones que nosotros identificamos que van en la vía de lavar dinero».
Las críticas contra Bukele aumentaron este miércoles tras la detención de Mario Gómez, un informático que había advertido en las redes sociales sobre los peligros del empleo del bitcoin en el país, que fue liberado horas después. «Considero que lo que busca hacer Bukele apoyándose en su poder de dictador es el robo del siglo», asegura este manifestante.