Home Editorial ¿La Ley del Deporte es una quimera?

¿La Ley del Deporte es una quimera?

by Kelvin Jarama

Por: Emilio Ruiz Ortiz

¡Buenos días país!

Uno de los sagrados preceptos que todo marco constitucional garantiza, es la igualdad de los ciudadanos ante la Ley, lo que incluye por cierto a personas jurídicas. Históricamente, la realidad ecuatoriana desbordó ese precepto a vista y paciencia de las autoridades de turno y también por resignación ciudadana.

La Ley del Deporte vigente tras varios años de desgobiernos y falta de institucionalidad deportiva, advino como una supuesta panacea para los graves males del deporte ecuatoriano y su organización. No dudamos que surgió de un deseo de cambio y fundamentado en la voluntad política del  Gobierno, para poner el deporte al servicio de los deportistas, y no de los dirigentes enriquecidos de la noche a la mañana.

Hoy que se han dado cambios importantes y seguramente restan otros tantos, pues este es un proceso de largo aliento que requiere ser impulsado por todos los estamentos del deporte ecuatoriano.  Y ello es posible, pues prácticamente han cesado los conflictos entre dirigentes y organismos deportivos, lo que es bueno para el deporte ecuatoriano y favorece ese proceso.

No obstante, aún persisten casos de injusticia en el deporte nacional, como es el irrespeto a lo dispuesto  en el art. 381, inciso segundo, de la  Constitución de la República, que establece la distribución equitativa de recursos estatales a favor del deporte formativo y del deporte de alto rendimiento. Sin embargo, habría que preguntar cuánto ganaban y si se puede fiscalizar al Presidente, Tesorero y Secretaria General del Comité Olímpico Ecuatoriano, quienes pronto cesarán en sus funciones.

Al momento, dicha disposición constitucional es letra muerta y conspira contra el desarrollo del deporte de alto rendimiento, y no sabemos por cuánto tiempo más las autoridades del Ministerio del Deporte deben cumplir y hacer cumplir lo que está dispuesto en nuestra Constitución, pues el deporte ecuatoriano así lo exige.

Estaremos vigilantes para que toda aplicación desigual de la Ley sea corregida, pues ya no cabe que existan más privilegios ni discrecionalidad en el sistema deportivo nacional. ¡El Sr. presidente Lasso y el ministro del Deporte tienen la palabra!

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