El Gobierno de Guillermo Lasso aspira a emprender una nueva relación económica con China mediante un tratado de libre comercio (TLC), tras haber recibido de ese país el 65 % de las vacunas contra Covid-19 administradas en Ecuador.
El mandatario ve en los acuerdos de libre comercio una salida a la crisis que vive su país, y para ello aprovecha la puerta que dejó abierta la suscripción en 2016 del Acuerdo Multipartes con la UE. China es, desde hace varios años, la segunda economía del mundo y la única que registró un crecimiento del 2,3% en su economía nacional durante el 2020, cuando prácticamente todas las economías a nivel global colapsaron por el impacto de la pandemia.
Ecuador vende al país asiático principalmente, camarones, banano y otros productos tradicionales primarios, así como petróleo, mientras que el gigante asiático exporta al país andino manufacturas de alto valor agregado, por lo que en cierta medida los expertos coinciden a medias con el alegato de Lasso de que son “economías complementarias”.
La apertura comercial es una necesidad vital para la economía ecuatoriana, los TLC pueden ser una puerta de entrada a grandes capitales, especialmente en el caso de China.