La recomendación ofertada por la FIFA de ejecutar los mundiales de fútbol masculino y femenino cada dos años, fue debatida por un conglomerado de grupos deportivos que señalan, se verían afectados. Los gremios aseguran que tendrán un enorme impacto negativo en el fútbol femenino en términos deportivos, económicos y sociales, y que afectarán radicalmente su desarrollo. Según ellos, la naturaleza abrumadora del proceso de consulta altamente selectivo, y las propuestas descoordinadas, no han dejado espacio para escudriñar lo que es más relevante para el desarrollo del fútbol femenino, y que investigue adecuadamente las posibles consecuencias irreversibles de tales cambios.
La sutil simbiosis de todos los componentes del mundo futbolístico que permite que el fútbol profesional, amateur y de base entre mujeres y hombres prospere a nivel de clubes y selecciones, requiere una consideración cuidadosa y equilibrada de los pasos antes de que se tomen las decisiones finales sobre el futuro internacional, y que el calendario de partidos del fútbol masculino y femenino, sean estudiados. Por el momento, no se ha llevado a cabo dicho proceso.
Para mayor claridad, se resalta que esto no aplicaría de ninguna manera a los intentos de Europa de defender sus posiciones, o al enfrentamiento entre el fútbol de selecciones nacionales y el fútbol de clubes. Aquellos gremios, indican que los temores tienen su origen en la búsqueda de un desarrollo global equilibrado e inclusivo, que brinde a las mujeres y niñas las mejores condiciones para practicar su deporte favorito en todos los niveles y en todas las comunidades. El grupo recalcó que nadie tiene más conocimiento y comprensión de este fenómeno multifacético, que quienes se preocupan por el fútbol a diario: clubes, ligas, jugadores y entrenadores, junto con órganos de gobierno a nivel de confederaciones, asociaciones nacionales y organizaciones regionales.
La ambición de estos sectores del deporte, es que la FIFA participe en un foro genuino, compartido y abierto, con la inclusión de todas las partes interesadas y organismos del fútbol. Para ellos, nadie puede evaluar las consecuencias de esta decisión, ya que no se analiza la profundidad y comprensión de las particularidades y el nivel de desarrollo del fútbol femenino, y su conexión con el fútbol masculino.
Estos grupos denunciaron que de aprobarse un Mundial bienal, las consecuencias que se desatarían en el ámbito deportivo a nivel internacional serían las siguientes:
• Aún más saturación con los torneos finales del ya sobrecargado calendario de competiciones internacionales femeninas.
• Mayor saturación de los torneos finales y del calendario de competiciones internacionales masculinas, lo que dificultará el reconocimiento y crecimiento del fútbol femenino en todo el mundo.
• Mayor presión sobre los recursos técnicos, médicos y administrativos, disponibles para las jugadoras de selecciones nacionales. No será necesario proporcionar dichos servicios de forma continua durante todo el año, los recursos se destinarán principalmente a las competiciones masculinas.
• Mayor riesgo de lesiones físicas y mentales entre las mejores futbolistas, debido a un calendario de clasificación más pesado con períodos de preparación limitados, y una mayor carga de trabajo con finales más frecuentes.
• Interrupción del proceso de mayor profesionalización e inversión en ligas femeninas. Los planes para crear una estructura de tiempo completo para las jugadoras de fútbol femenino, es decir, las condiciones disponibles a nivel de élite, se verán amenazados. Todavía hay muy pocas ligas profesionales en el mundo en las que las futbolistas jueguen a tiempo completo.
• Reducción de oportunidades para jugar en la Copa del Mundo para países pequeños y medianos, así como países donde el fútbol femenino apenas está comenzando a desarrollarse. Solo las asociaciones líderes con una base sólida y recursos que les permitan participar en tales torneos de manera continua, tendrán el potencial para esto.
• Impacto negativo en las eliminatorias organizadas por las confederaciones. Cuantas menos ventanas o cupos libres, menos oportunidades para que todos celebren torneos de forma regular. En particular, las asociaciones menos desarrolladas pueden quedar fuera del fútbol de forma regular y, por lo tanto, participar en los torneos finales. Esto ampliará la brecha deportiva entre asociaciones.
• Restringir la expansión de los torneos continentales a nivel de clubes y selecciones nacionales.
• Una disminución significativa en la regularidad y apertura de los partidos de fútbol con las selecciones femeninas durante la temporada, lo que afectará negativamente a la promoción del juego, creando modelos a seguir y la capacidad de atraer nuevos socios.
• Ignorar el desarrollo del fútbol juvenil y las competiciones existentes, fundamentales para el futuro del fútbol.
• Reducción de la inversión de patrocinadores y socios en el fútbol femenino debido a la saturación del mercado, que socavará la viabilidad financiera del fútbol femenino a nivel internacional y nacional, creando una desigualdad aún mayor con el fútbol masculino.
• La alteración de la cultura mundial de los aficionados al fútbol femenino en rápida evolución, que está cobrando impulso pero corre el riesgo de verse afectada por la expansión de los eventos deportivos existentes, distrayendo los intereses de los aficionados y su inversión en el fútbol femenino.
• Creación de problemas graves para otros eventos deportivos importantes.
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