La destitución de la asambleísta Bella Jiménez Torres, por ofrecer cargos públicos en su despacho a cambio de dinero, deja en el aire denuncias en contra de asambleístas que habrían cometido acciones antiéticas.
Su salida obliga a nuevas negociaciones en la Asamblea Nacional para reemplazar a la exlegisladora que ocupaba el cargo de segunda vicepresidenta.
Antes de cerrarse el proceso de juzgamiento, Bella Jiménez, en la sesión plenaria del 12 de octubre, reveló algunos hechos reñidos con la ética en que estarían inmersos los legisladores de su exbancada Izquierda Democrática: Amparo Rocío Guanoluisa Farinango y Luis Marcillo Ruiz, quienes tendrían a su hermana y su hijo, en su orden, trabajando en la Asamblea Nacional y en el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos en Imbabura.
En el caso de la legisladora Guanoluisa, su hermana Viviana Guanoluisa Farinango permanece hasta el mes de septiembre en el rol de empleados legislativos como asistente de asambleísta.
Jiménez reclamó por qué a unos sí y a otros no se los investiga, por qué la ID no se pronunció inmediatamente en contra del asambleísta Luis Marcillo, quien colocó a su hijo Jimmy Marcillo como coordinador zonal de Gestión de Riesgos en la provincia de Imbabura. Lo cual es tráfico de influencias e ilegal, afirmó.
En un comunicado de prensa, el legislador Marcillo señaló que “la designación de mi hijo en el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos corresponde a una decisión en esta cartera de Estado. Jamás he influenciado ningún cargo público”.
La ahora exlegisladora también preguntó a la sala por qué el legislador Alejandro Jaramillo, coordinador del bloque de la ID, es parte de un grupo de WhatsApp en donde los administradores son Jéssica Palacios, hija de la presidenta de la Asamblea Nacional, Guadalupe Llori, y Christian Lozada, su yerno, a quien todos lo conocen porque se pasea en la Asamblea. Qué hacen, qué funciones tienen la hija y el yerno de Llori, porque no podían ejercer ninguno, eso se llama nepotismo, replicó.
También refirió que Llori haya ubicado como directora de Talento Humano de la Asamblea Nacional a Alba del Rocío Sánchez, quien es esposa del fiscal de Orellana, Pío Palacios, donde reposan procesos en contra de la actual presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori.
Designación de vicepresidenta
Más de dos escenarios se negocian dentro de la Asamblea Nacional para nombrar a quien reemplazará a Bella Jiménez como segunda vicepresidenta.
El primero es que la Izquierda Democrática mantenga ese espacio administrativo y nombre una de las cinco mujeres que al momento posee la bancada, aunque la representante de Pichincha, Yeseña Guamaní, es la opción que presenta el legislador Alejandro Jaramillo, coordinador de la bancada.
La segunda negociación que se abre es la posibilidad de que la asambleísta Johanna Moreira (ID) renuncie a la vocalía del Consejo de Administración Legislativa (CAL) y pase a ser nombrada segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional, y el espacio de la vocalía lo ocupe un delegado del bloque del Partido Social Cristiano (PSC).
Esteban Torres, del PSC, no descartó que en las conversaciones políticas se abra un espacio en el CAL, para su bancada, aunque dijo que no tiene muchas expectativas, pues habrá que ver qué pasa en el camino.
También la bancada Unión por la Esperanza (UNES) busca llegar a consensos para ocupar la segunda vicepresidencia considerando que es la más numerosa, afirmó la coordinadora Paola Cabezas, quien dijo que no se trata de ser oposición sino de ejercer un derecho consagrado en las urnas.
La representante de CREO, Ana Belén Cordero, considera que el espacio de la segunda vicepresidencia le corresponde a la Izquierda Democrática, según el acuerdo político que hubo al inicio del periodo con la Bancada Acuerdo Nacional. Que apoyarán a un cuadro responsable, que no esté cuestionada su ética.