La Ley de la muerte cruzada en Ecuador figura en el artículo 148 de la Constitución. Esta autoriza al presidente de la República disolver la Asamblea Nacional -a su juicio- por tres motivos: 1. Arrogación de funciones que no le competan constitucionalmente. 2. Si obstruye la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo. 3. Por una grave crisis política y conmoción interna.
Aquello podrá ser practicado por una sola vez en los tres primeros años de su mandato.
En un plazo máximo de siete días después de la publicación del decreto de disolución, el Consejo Nacional Electoral convocará para una misma fecha a elecciones legislativas y presidenciales para el resto de los respectivos períodos.
Hasta la instalación de la Asamblea Nacional, el presidente podrá, previo dictamen favorable de la Corte Constitucional, expedir decretos – leyes de urgencia económica, que podrán ser aprobados o derogados por el órgano legislativo.
Las elecciones tanto legislativas como presidenciales convocadas por el CNE son para completar el resto de los periodos, no se trata de un nuevo periodo regular imputable para el caso de la reelección.
La muerte cruzada es una de las opciones que tendría Lasso actualmente tras la situación de criterios divididos que se vive entre el Ejecutivo y el Legislativo para dar paso a la Ley de Creación de Oportunidades.
Guillermo Lasso calificó a la Asamblea Nacional como desconectada y que, “prefiere hablar de empanadas con sobreprecio, a tratar la Ley de Creación de Oportunidades”.
Por su parte, la Asamblea Nacional pronunció un comunicado donde señaló que “siempre ha estado y estará dispuesta a tratar las propuestas del Gobierno Nacional. Nunca ha bloqueado ninguna”.
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