La tarde del domingo 17 de octubre, un niño de 11 años murió tras ser alcanzado por tres tiros en medio de un asalto en una cafetería y heladería situada en el barrio del Centenario, al sur de Guayaquil. Este lunes 18, el abogado Joselito Arguello asumió la defensa de los familiares.
El menor recibió un disparo en el corazón, otro en el brazo derecho y otro en la espalda, contó Tomás Obando, su padre, quien relató que uno de los delincuentes lo apuntó a él para le entregue su celular.
“Mi hija estaba en mis piernas y mi hijo a mi lado derecho. Yo alcancé a tirar al piso a mi hija, pero mi hijo por el miedo salió corriendo hacia su mamá, traté de cogerlo y no alcancé y cuando lo cogí del pie y lo tiré al piso ya le habían alcanzado las balas”, relató el hombre que estuvo afuera de la clínica privada donde esta mañana retiró el cadáver.
El abogado aseguró que esperan el informe para conocer de qué armas salieron las balas que impactaron al menor y que, de haber sido del arma del uniformado, pondrán la denuncia por homicidio culposo, un delito penado con 5 años de cárcel.
Mientras tanto, agentes de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased) buscan al ladrón involucrado y a su cómplice, que lo esperaba en una moto en la esquina del local.