Que al Municipio de Guayaquil solo le falta subirse a los patrulleros. Que se les ha dado los equipos y que hasta se les paga la gasolina. Estos han sido los argumentos estelares que ha dicho la alcaldesa Cynthia Viteri cada vez que se refiere a la inversión de los $ 24 millones que dice se ha hecho durante su administración. Un desembolso que aún no ha logrado frenar la ola delincuencial y que castiga con fuerza a la urbe porteña.
En los comunicados de prensa e intervenciones de Viteri se conoce, al menos, que ese gasto se ha destinado para la compra de elementos como motocicletas, camionetas con balizas, celulares y radios para la “comunicación de los agentes” de la Policía Nacional, que tiene la competencia en torno al tema de seguridad.
De acuerdo a la alocución de la alcaldesa en la sesión solemne del 9 de octubre de 2020, el Cabildo había hecho un desembolso, para ese año, de 13 millones de dólares. Allí, la funcionaria recordó el nacimiento de la central del ECU 911 Guayaquil que, así como lo dio a conocer ayer este rotativo, está operativa con unas 2.000 cámaras y aún no se conoce si las próximas 15.000 que se pregonan, se conectarán a la base de datos de la Policía Nacional.
En ese mismo año, en la rendición de cuentas, la funcionaria aseguró que el presupuesto de la ciudad fue de 834 millones de dólares y que se dirigió a programas de atención ciudadana, seguridad y salud. “Este año, el 2020, pasó como una ráfaga en todos nosotros. Por salvarnos, se suprimieron una serie de contrataciones y se destinaron todos los recuerdos a salvar vidas, que fue nuestro principal objetivo, además de comer en ese entonces. Ahora a esos dos objetivos se suma trabajar”, justificó Viteri.
Pero en este 2021, en el discurso oficial, tanto en la sesión de julio como en la de octubre, ya ensalzaba a esos 24 millones de dólares dirigidos a la seguridad ciudadana. Viteri, asimismo, reconoció que no puede mandar a la Policía.
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