Una falsa alarma de bomba generó pánico en la Corte Provincial de Justicia del Guayas y en la Dirección Provincial del Consejo de la Judicatura, ambos edificios fueron vaciados debido a que el personal de aquellos edificios, habían escuchado la noticias del posible atentado.
Los hechos se suscitaron este lunes 25 de octubre en la urbe porteña, cuyo personal judicial salió de inmediato de sus despachos; dejando de lado una conmemoración que se estaba ejecutando.
Funcionarios del ECU911, se comunicaron con las autoridades judiciales para expresarles la noticia de que recibieron un aviso de que próximamente se emitiría una bomba en el lugar. Dentro del complejo se estaban celebrando los 195 años de la Corte de Guayaquil, en donde el presidente de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), Iván Saquicela, estaba dando una visita protocolaria.
“Vamos a tener la oportunidad, el día de hoy y mañana, de mantener mesas de diálogos con los jueces y juezas de Guayas, es decir, el propósito es poder dialogar sobre temas estrictamente jurídicos, jurisdiccionales, siempre tendiendo a mejorar la prestación del servicio público en la administración de justicia del Ecuador”, expresó Saquicela, esto en referencia al tema de la reunión de orden del día, que se estaba llevando a cabo antes del suceso de amenaza de bomba. Las autoridades nacionales se encontraban en el noveno piso.
Simultáneamente, en la Dirección Provincial del CJ, ubicado en la calle Pedro Moncayo, se dio la alerta de bomba, cuyo escenario de detonación, era el auditorio del organismo. Aquellos funcionarios, realizaban una presentación del lanzamiento de una herramienta virtual de visualización de datos de femicidios y muertes violentas contra mujeres en el país. Al sitio concurrió el pleno de la Judicatura, cuya presidenta es María del Carmen Maldonado.
El evento terminó con varias interrogantes de los asistentes, ya que se les explicó que debían abandonaran el auditorio por sus seguridad.
En los exteriores del Palacio de Justicia, un cordón policial evitó el paso de las personas, hasta que arribaron oficiales del GIR, especializados en explosivos del GIR. La presencia militar también fue evidenciada, ya que ellos resguardaron la seguridad externa del lugar de amenaza.
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