El presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), Ángel Sánchez, principal organizador de esta movilización nacional, cuestionó que la decisión del presidente Guillermo Lasso de suspender los precios de los derivados del petróleo no es un congelamiento, sino un alza de precios.
Con la última fijación de los costos del galón de gasolina extra y extra con etanol a $ 2,55 y el galón de diésel a $ 1,90, que anunció Lasso el pasado 22 de octubre, el Parlamento Plurinacional de los Pueblos, que agrupa a varios grupos sociales, modificó sus demandas que las expondrá en esta marcha que se concentrará en Quito desde las 16:00 y se extenderá en las provincias con la posibilidad de cierres viales desde horas de la mañana.
El Frente Unitario de Trabajadores (FUT), el Frente Popular, la Unión Nacional de Educadores (UNE), la Federación de Indígenas Evangélicos (Feine), la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), estudiantes, campesinos, agricultores serán los protagonistas de esta “jornada de resistencia”.
El presidente del Frente Popular, Nelson Erazo, explicó que estas jornadas comprenderán el mitin, el plantón y la marcha; pero advirtió: “No descartamos acciones más elevadas si el Gobierno no entiende que debe retroceder en su política”.
El presidente de la Conaie, Leonidas Iza, dijo que la exigencia es que el régimen establezca el precio del galón de diésel en $ 1,50 y de la gasolina extra en $ 2,00, para luego buscar la instalación de mesas técnicas para trabajar en la focalización de los subsidios con diferentes sectores del transporte.
“Hemos convocado a una jornada de lucha. Si mañana (martes) los compañeros en sus territorios deciden sostener (la protesta) en los siguientes días, será en las condiciones de la población que ha decidido levantarse. Todo va a depender de la respuesta del presidente, está en las manos del presidente Lasso”, desafió Iza.
En medio de esta ebullición de manifestaciones, la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Negras e Indígenas (Fenocin) resolvió romper el diálogo con el Gobierno nacional.