Al menos 68 personas han muerto en la violencia relacionada con las bandas, solo unas semanas después de que un tumulto similar en las mismas instalaciones se convirtiera en el caos carcelario más mortífero en la historia del país.
La Penitenciaría Litoral en Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador, se convirtió una vez más en un campo de batalla para bandas rivales vinculadas a los cárteles internacionales de la droga y que compiten por el control de los pabellones de la prisión, dijeron las autoridades.
Los reclusos usaron dinamita para derribar paredes y quemaron colchones para escapar de sus celdas en nubes de humo, explicó Tannya Varela, comandante de la policía de Ecuador, citando imágenes de drones. Los videos en las redes sociales mostraron cuerpos quemados y heridos, y presos suplicando la protección de los militares. Además de las decenas de muertos confirmados, al menos 25 personas resultaron heridas, manifestaron las autoridades.
La violencia, que comenzó el viernes y duró más de catorce horas, fue provocada en parte por la reciente liberación de un líder de una banda, que dejó un vacío de poder en una de las unidades de la prisión, indicaron los funcionarios policiales.
Los enfrentamientos se producen pocas semanas después de que combates similares en la misma prisión, a fines de septiembre, dejaran al menos 116 personas muertas, incluidos cinco decapitados, y 78 heridos, la peor violencia carcelaria en la historia de Ecuador. Esto llevó al presidente de Ecuador a declarar el estado de emergencia en todo el sistema penitenciario del país sudamericano.
En febrero, peleas en tres cárceles el mismo día dejaron 79 reclusos muertos, y en julio, peleas similares provocaron la muerte de 22 reclusos.
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