La presentación sobre el plan para aumentar la seguridad de los guayaquileños se realizó en la Playita del Guasmo, al sur de la ciudad, a donde llegó un viernes como este 8 de abril, pero a fines de enero llegaron veinte hombres que se trasladaban en un bote y abrieron fuego con pistolas, rifles y ametralladoras. Desde ese hecho, en la noche del 21 de enero, cinco personas han muerto y decenas han resultado heridas.
La selección del sitio no es aleatoria. En tono enérgico, el presidente Guillermo Lasso habló de restaurar los espacios públicos y garantizar la seguridad.
Esto es parte de las medidas que está tomando su gobierno para reducir la inseguridad que aqueja a Guayaquil, que junto a Durán y Samborondón conforman la zona 8, una de las jurisdicciones que ha visto muchas muertes violentas, las peores del país. Hasta el viernes por la mañana, se habían denunciado 352 delitos, 215 más en el mismo período del año pasado.
“Nuestro esfuerzo debe ser complementado con un buen accionar del sistema judicial”, expresó el mandatario que lució una gorra de la Policía Nacional.
Anunció que la policía se fortalecerá con más uniformes, mejores equipos y más tecnología en los próximos años con una inversión de $1,200 millones en los próximos tres años por parte del gobierno.
Señaló que se incorporarán al menos 30 mil nuevos uniformados policiales.
Dijo que se requiere de un plan concreto para ejecutar el apoyo internacional que le han expresado a su gobierno.
Cuestionó a los dos gobiernos anteriores; el uno, dijo, pactó con el narcotráfico y el otro, vio con indiferencia el problema.
“Este gobierno no pacta con las mafias delincuenciales. No llega acuerdos, ni tampoco vamos a ser indiferentes”, acotó. Agregó que lo importante es apresar a los dirigentes de las mafias que atormentan a la ciudadanía a más de incautar la droga.
Víctor Hugo Zárate, comandante de Policía de la Zona 8, indicó que el plan de seguridad que se implementa desde este viernes en Guayaquil y que se extenderá en otras localidades y el resto del país, tiene los siguientes ejes:
– Contención de los niveles de violencia
– Investigación y sacar del anonimato a las organizaciones de micro expendio de droga
– Desarticular las grandes organizaciones delincuenciales con las unidades tácticas especiales
– Sostenimiento, a través de la comunidad, que se empodere de los territorios.
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