El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, amenazó hoy con el despliegue de armas nucleares en el Báltico si Suecia y Finlandia ingresan en la OTAN.
«Habrá que reforzar a la agrupación de fuerzas de tierra, la defensa antiaérea, desplegar importantes fuerzas navales en las aguas del golfo de Finlandia. Y en ese caso ya no se podrá hablar de un Báltico sin armas nucleares. El equilibrio debe ser restablecido», escribió el alto cargo en su cuenta de Telegram.
La irrupción del ejército ruso en Ucrania para supuestamente evitar que entre en la OTAN ha empujado a dos vecinos ‘neutrales’ a las puertas de la Alianza Atlántica: Suecia y Finlandia se preparan para solicitar el ingreso este año.
Rusia ya tiene armas nucleares en la región del Báltico, según ha denunciado poco después el ministro de Defensa de Lituania, Arvydas Anusauskas. Anusauskas dijo a la agencia BNS de Lituania que se desplegaron armas nucleares en el enclave ruso de Kaliningrado en el Mar Báltico ya antes de la crisis actual. El enclave ruso de Kaliningrado, a orillas del mar Báltico, se encuentra emparedado entre dos miembros de la OTAN, Lituania y Polonia.
«Estas amenazas rusas actuales parecen bastante extrañas, cuando sabemos que tienen este armamento a 100 km de la frontera de Lituania», citó el jueves el ministro. «Las armas nucleares siempre han estado en Kaliningrado… la comunidad internacional, los países de la región, son perfectamente conscientes de esto… [Los rusos] lo utilizan como una amenaza», añadió Anusauskas.
Finlandia y Suecia pasaron de la neutralidad pura a simplemente ‘no alineados’ militarmente en 1995 cuando se unieron a la Unión Europea. Ambos se han acercado a la OTAN en los últimos años: comparten información de los servicios de inteligencia y hacen maniobras conjuntas. Escarmentado por la incursión de Putin en Ucrania, el gobierno de Finlandia ha actualizado su plan de política exterior y de seguridad. El gobierno de Suecia también está revisando una amplia política de seguridad con un informe que debe presentarse antes de finales de mayo. La primera ministra Magdalena Andersson no quiere precipitarse pero mantiene estrecho contacto con su colega finlandesa. El caso sueco es más complicado: tienen elecciones generales en septiembre, y la pertenencia a la OTAN será un tema central. Los socialdemócratas, que son los que están ahora en el gobierno, siguen deshojando la margarita en un debate interno sobre si abandonar su histórico rechazo a la OTAN. Se espera que aclaren su postura en mayo. La velocidad y la decisión con la que avance Finlandia pesará mucho en el caso sueco.
La OTAN celebra una cumbre en Madrid en junio que puede ser clave para el futuro de Escandinavia. Mientras tanto, Finlandia asume que necesita prepararse para cambios en la frontera con Rusia. La pertenencia a la OTAN aumentaría el presupuesto de defensa de Finlandia entre un 1% y un 1,5%, según cálculos gubernamentales. El gobierno de Helsinki reconoce que si entra en la OTAN tendrá que prepararse para el crecimiento de tensiones en la frontera con Rusia.
Fuentes: EFE/ EL MUNDO
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