El sábado 23 de abril, murieron al menos cien personas en un incendio en una refinería ilegal de petróleo del estado Imo, en el sureste de Nigeria, informó un portavoz de la Policía. El siniestro empezó alrededor de las 12:00 hora local.
“El incendio ha matado al menos a cien personas”, afirmó en una conversación telefónica con la Agencia Efe el portavoz de la Policía del estado de Imo, Michael Abattan.
Además, el vocero de la Agencia Nacional de Manejo de Emergencias (NEMA), Ifeanyi Nnaji, reveló que la explosión causó heridas con graves quemaduras a varias personas más.
Nnaji agregó: “Creemos que muchas de esas personas murieron luego en el hospital”.
En la escena de la explosión se encuentran vehículos y bidones carbonizados, utilizados para transportar el petróleo robado.
El Centro de Defensa de la Juventud y el Medio Ambiente dijo que varios vehículos que estaban en una fila para comprar combustible ilegal se quemaron en la explosión.
Usualmente, en la región petrolera del Niger, se vandaliza los oleoductos para robar hidrocarburos, los cuales pasan a ser refinados en sitios ilegales, para ser vendidos en el mercado negro.
A pesar de que la región genere millones de dólares, con una producción de dos millones de barriles diarios, la mayoría de la población vive en extrema pobreza.
Debido al desempleo y la pobreza, los moradores del sector encuentran atractivo la refinación ilegal de crudo.
Este petróleo crudo se filtra por una red de oleoductos, propiedad de las principales compañías petroleras y se refina en tanques improvisados.
La razón de la pobreza extrema, de los habitantes de la región, es la devastación de manglares y pueblos enteros, donde la pesca y la agricultura garantizaban antes una fuente de ingreso local, pues los moradores acusan a las grandes compañías petroleras de haber sido los causantes de la contaminación de la zona.
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