Existen 354.000 menores de edad en la mendicidad, de los cuales 11.900 están en programas de protección. Menos del 4% de los niños recibe ayuda directa para evitar que se unan a bandas delictivas.
Practicar el silencio con un arma pegada en el cuerpo es parte del entrenamiento que los grupos criminales realizan durante el reclutamiento de niños. “Son niños incluso de 10 años, a veces hasta menores. Los mandan con una pistola y les dicen que deben callar, que si los detienen no pueden decir nada, y lo hacen.
Si la Policía les pregunta algo, ellos no hablan”, explica un líder barrial del Guasmo Sur.
Según la perfiladora criminal, Alexandra Mantilla, las bandas criminales están reclutando a niños a partir de los 10 años, porque cumplirían con dos objetivos para los delincuentes:
“El primero es que si aprende a disparar, cumple con su misión, y el segundo es que si en el trayecto lo atrapan, él no va a la cárcel, sino a un centro con medidas socioeducativas y no tiene mayor acción legal sobre lo que haya cometido”, explica Mantilla.
La Policía ha detectado organizaciones delincuenciales integradas por tres o cinco personas muy jóvenes, que buscan un nombre para que los identifiquen y abren incluso sus redes sociales
A cambio del “trabajo”, les ofrecen videojuegos o un teléfono de alta gama. “Esta clase de ofertas y falta de oportunidades los convierten en el caldo de cultivo perfecto para que sean reclutados”, agrega Mantilla
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