Este domingo 15 de mayo, Sauli Niinistö, presidente de Finlandia, junto al Gobierno finlandés aprobaron formalmente la solicitud de ingreso de su nación a la OTAN. Dicha candidatura será ratificada por el Parlamento la semana entrante.
Desde hace días se esperaba que el país oficializara la decisión antes de la junta decisiva del partido gobernante en Suecia, en vista a una probable petición de adhesión conjunta de los dos países (Finlandia y Suecia). Ambas regiones quisieron pasar la página a sus posturas de no alineamiento militar.
El sábado, el jefe de Estado de Finlandia llamó a Vladimir Putin para informarle de la decisión tomada, ya que “evitar las tensiones fue considerado algo importante”, así lo expresó Niinistö.
A esto Putin le respondió que su unión a la OTAN “sería un error, ya que no hay ninguna amenaza para la seguridad” de Finlandia .
Según datos, más del 75% de los ciudadanos de Finlandia quieren unirse a la alianza militar, mientras que en Suecia subió, pero cerca del 50% frente a un 20% de los que opinan en contra.
Algunos representantes del partido socialdemócrata sueco recalcan que es una decisión precipitada, sin embargo, para varios analistas es improbable que el partido decida aceptar cuando los altos mandos aprobaron la petición de la adhesión.
Robert Dalskö, analista de la Agencia de Investigación para la Defensa de Suecia, señala que “puede que no haya el mismo sentimiento de urgencia… pero los dirigentes suecos se han dado cuenta de que no tiene realmente otra opción. Una vez Finlandia vaya, hay que hacer lo mismo”.
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