Por: Rosamaría Calderón.
Los ciudadanos ecuatorianos viven una especie de montaña rusa, con sobresaltos y a la expectativa, debido a las permanentes mentiras, desatinos, argucias, de parte de la primera figura política del país, creando opacidad y degradando el cargo.
Santo Tomás de Aquino define la mentira como “un lenguaje contrario al propio pensamiento con la voluntad de engañar”. El mandatario ecuatoriano parece que ha vivido macerado en falsedad, lanza cualquier alocución, sin ruborizarse. O sufre del trastorno de ideas delirantes, incluso podría encajar en uno de los subtipos de ésta, como el “grandioso” los que la padecen, creen que tienen un gran talento o que han hecho un descubrimiento importante. Tratándose del inquilino de Carondelet también se lo puede encasillar con el síndrome de Pinocho conocido también con “el apelativo de mentira patológica y con el nombre de mitomanía”. LOS MITOMANOS MIENTEN CONSCIENTE Y COMPULSIVAMENTE para conseguir beneficios.
Refiriéndose a la primera magistratura del estado, se espera de quien ostenta el cargo; seriedad, firmeza, respeto a los ciudadanos, que lo que expresa tenga trasfondo, proceso, cifras, datos, que sus presentaciones, estimulen a ser escuchado, que despliegue carácter de estadista, de hombre formal, El inquilino se ha vendido como mentiroso, incluso se ha vuelto hasta previsible lo que va a decir, además, lo que formula es liviano sin sustento, no maneja los temas, demostrando falta de involucramiento en las distintas áreas estatales.
Recuento:
En Diciembre del año 2020, en campaña sostuvo “cuando seamos gobierno nos preocuparemos de la seguridad ciudadana, que los domingos no salga la mitad de la familia, porque la otra mitad se queda cuidando la casa…”. La realidad es que la inseguridad en Ecuador, se ha vuelto el problema principal número UNO. Lo revela el titular del Diario El País de España de febrero de 2022 “La inseguridad en Ecuador encierra en casa a los ciudadanos y saca a los militares a la calle” Salieron los uniformados, pero las cifras de criminalidad no han bajado.
Hace poco con el asunto de la venta del avión presidencial, en varias entrevistas afirmó que se había vendido en $ 8 millones de dólares. El mismo día fue desmentido por el presidente de Colombia. Lo terrible alrededor de la aeronave, es que en la misma entrevista dijo que no conocía el valor con el que se adquirió ese bien público. ¿Cómo se puede negociar un patrimonio estatal sin conocer cifras, datos, estado y todo lo demás?, cualquier negociador principiante lo sabe. Si miente en un acto donde se involucra a otro gobierno ¿cómo será al interno del país?
Hay bienes patrimoniales con mucho valor como el Banco del Pacífico, negociación que la está haciendo a escondidas, no es negocio de Lasso, es del ESTADO! Por ello debe manejarse con transparencia y dirigirse a la nación, y desbrozar las razones, circunstancias y motivaciones que llevan a deshacerse de ese banco estatal, siendo hasta el año 2021 el de mayor liquidez nacional, la patria debe estar enterada de todos los detalles.
El gobierno del señor Lasso, está gastando, altas cifras de dinero en pautas publicitarias, cuya intención es maquillar su administración ya que aparte de no comulgar con la verdad, existe profunda inconformidad por la ausencia de obras, cuando se trabaja de verdad por la nación que dirige, esos servicios que se construyen gritan el nombre del constructor. Esas pautas son otro engaño. Su administración no convence debido a la estela fantasiosa que está dejando cada vez que se dirige al pueblo, o tiene un micrófono cerca.
No vi el informe del 24 de mayo. Por redes he visto retazos, uno de ellos es el que grita que vacunó a 18 millones de ecuatorianos. Miente y mucho una vez más!
El Instituto ecuatoriano de estadísticas y Censo INEC informa que el Ecuador cuenta con 17.511.000 al año actual ( 2022 ) No toda la población está vacunada, los niños no entran en la estadística de vacunación y mucha gente adulta por decisión propia no ha accedido a las vacunas. Según datos estadísticos hay un aproximado de 30% de la población que no está vacunada. Por tanto NO SON 18 MILLONES. Es fácil inflar las cifras. Difícil creerle a alguien que ha hecho de la mentira su Modus vivendi.
Columnista invitada.