Rumanía alberga los bosques más valiosos de Europa en cuanto a biodiversidad. Pero esto está cambiando ahora mismo, debido a la tala ilegal.
Según Gabriel Păun, presidente de la organización medioambiental rumana, Agent Green, hay lugares de Rumanía que han sido borrados de la faz de la Tierra. Montañas enteras que ahora se encuentran vacías. Lugares donde comenzó la erosión y la naturaleza no puede curarse a sí misma, como en Făgăraș, en Maramureș o en el Parque Nacional de Domogled.
Rumanía alberga más de 500 000 hectáreas de bosques vírgenes y antiguos, más que cualquier otro país de la Unión Europea. En teoría, el 63% de ellas están protegidas por el proyecto Natura 2000, pero la realidad sobre el terreno es completamente diferente. Las leyes medioambientales de Rumanía no se ajustan a los requisitos de la UE impuestos por este proyecto.
La explotación de los árboles es posible, incluso dentro de los espacios Natura 2000. Pero en el bosque de Cernica, a pocos kilómetros de la capital, los guardas pagados por el Estado cortan los árboles primero y hacen estudios de evaluación después.