La joven migrante ecuatoriana fue asesinada tras negarse a aceptar trabajos sexuales.
El pasado jueves 14 de julio del presente año fue la última vez que Gardenia Gómez habló con su hija, Saraí Llanos, quien se encontraba en Atlanta, Estados Unidos.
Saraí fue asesinada tras negarse a aceptar trabajos sexuales. La guayaquileña llegó en agosto de 2022 a Chicago. Trabajaba como mesera cuando una amiga que reside en Ecuador, según medios internacionales, le propuso, con engaños, un empleo como mesera en Atlanta.
Cuatro días después de haber iniciado sus labores discutió con su jefa “la rusa” porque le quería obligar a hacer trabajos sexuales. Le contó todo a su madre.
Saraí le dejó a su madre el número de su jefa por cualquier inquietud. El 15 de junio, al no tener noticias sobre su hija, Gardenia llamó a este teléfono. «La rusa» le dijo que Saraí es «una vaga» y que no duraría mucho en Estados Unidos y colgó. Al día siguiente insistió, pero obtuvo más excusas de la jefa de su hija.
“La madre está destrozada por la confirmación del asesinato de su hija, y muy preocupada por el futuro de los dos hijos menores de edad que dejó Saraí, viven en condiciones muy difíciles, Saraí era la fuente de ingresos para la familia y ahora se han quedado en una condición económica muy lamentable, van a necesitar de mucha ayuda y solidaridad”, dijo William Murillo, representante de 1800Migrante.com, según lo publica en sus redes sociales la organización.
Las huellas dactilares halladas en el cadáver en descomposición, localizado en Paradise Point Road, en un área boscosa de Flowery Branch, pertenecen a Saraí Llanos. El Cónsul de Ecuador en Atlanta, Juan Veintimilla, dijo que las autoridades de Atlanta confirmaron esta información.
Ahora, su madre implora ayuda al Gobierno para la repatriación del cuerpo. Por parte de las autoridades ecuatorianas no ha existido ningún pronunciamiento sobre la muerte de la joven compatriota migrante.
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