La tan ansiada renovación de los miembros del consejo directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, que este año cumplen 10 años en funciones ha sido imposible de concretar debido a obstáculos como la falta de acuerdos entre el Ejecutivo y el Legislativo además de la necesidad de una reforma legal para poner orden en ese organismo.
El organismo máximo de decisión y regulación del IESS está compuesto por tres miembros: un delegado del Ejecutivo, un vocal de los afiliados y otro de los empleadores.
Según la Ley de Seguridad Social, afiliados y empleadores deben elegir a sus representantes cada cuatro años, pero eso no se ha cumplido. La última elección de los vocales fue en 2012, cuando asumió Paulina Guerrero, como vocal de los afiliados, y Luis Clavijo fue su alterno.
Mientras tanto, Felipe Pezo fue electo como vocal de los empleadores y César Rodríguez como su alterno.
Diez años después todavía no hay una renovación, como lo dispone la Ley. Al punto de que, a falta de elecciones, los vocales alternos Clavijo (en 2015) y Rodríguez (en 2020) fueron principalizados en sus cargos.
El primer obstáculo para la renovación del Consejo Directivo tiene que ver con la falta de una reforma legal, este problema tiene su origen en un fallo de la Corte Constitucional que observó los incisos segundo y tercero del artículo 28 de la Ley de Seguridad Social, que establece el procedimiento de elección de los vocales del Consejo Directivo.
A pesar de que la corte declaró inconstitucionales el segundo y tercer inciso de la ley de Seguridad Social, el fallo producido en el año 2016 señala que la decisión tiene efecto diferido, lo cual significa que la elección de los vocales se dará hasta que la Asamblea emita la reforma legal.
Sin embargo, el llamado a elecciones para los vocales fue hecho recién en el mes de mayo del año 2022, por el presidente del consejo directivo del IESS, Francisco Cepeda; el llamado fue acogido por el CNE sin embargo al cabo de tres meses el documento todavía no ha sido emitido.
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